01. El primer estímulo para desarrollar mis ideas lo sentí en Toscana, donde vi resueltos, en el silencio y la meditación, los problemas del individuo y de la colectividad. Este es un binomio necesario para la armonía y, desde el comienzo, quise hacer ciudades que permitiesen solucionar la dialéctica entre ese binomio, con la intervención de las condiciones naturales. Es como una inmensa sinfonía, difícil, pero la técnica moderna permite ejecutarla.
02. Un maestro estupendo se interesó por mí, se llamaba L'Epplatenier. Un día me dijo: "Harás otra cosa, serás arquitecto". Y yo le dije: "¡Que calamidad! Odio ese trabajo". Pensaba en las casas que se hacían en mi ciudad, muy feas. Un día en mi escuela, había uno que quería construirse una casa, entonces le propuse hacérsela. El me dijo que yo no era arquitecto, a lo que yo le contesté: "No, pero puedo probar, es lo mismo hacer una casa que otras cosas". Entonces le hice unos planos. Y quedó asombrado, lo convencí.
03. Los vehículos estarán completamente prohibidos en los campos verdes, donde reinará la tranquilidad y la maldición del ruido no penetrará.
04. Funcionalismo, palabra ingrata, nacida bajo otros cielos que los que siempre hemos amado recorrer, allí donde el sol es señor.
05. Si merezco algo de gratitud pública, no es por los palacios que hice, sino por haber abordado el problema de la arquitectura, el arte, la expresión de la sensibilidad humana. Sentí que la vivienda era el lugar de la familia, y que se podría probar algo grande por ese lado, en que hallé que había gran parte de la felicidad humana.
06. La veracidad de los materiales de construcción: hormigón, ladrillos y piedra, se mantendrán en todos los edificios construidos o que se construirán.