01. La naturaleza bien ordenada, contemplada por un hombre bien ordenado; he ahí lo poéticamente bello.
02. La admiración es un alivio para la atención, un término que ésta se prescribe para su placer y reposo.
03. Las buenas poesías épicas, dramáticas, líricas, no son otra cosa que los sueños de un hombre despierto.
04. En literatura, el gusto, las reglas, el género, la belleza, son invariables por esencia, como la moral.
05. No basta el gusto para apreciar bien las obras de arte; es necesario el juicio, y un juicio ejercitado.
06. La razón puede advertirnos sobre lo que conviene evitar; sólo el corazón nos dice lo que es preciso hacer.
07. Hay que entrar en las ideas de los otros si se quiere sacar provecho de las conversaciones y de los libros.
08. Las cosas que demandan más atención de la que uno les otorga comúnmente cuando las dice deben ser escritas.
09. No es necesario que haya amor en un libro para que nos encante, pero sí es necesario que haya mucha ternura.
10. Muchos van hacia la verdad por los caminos de la poesía. Yo llego a la poesía, por los caminos de la verdad.
11. Si no hay arrebato, si no hay hechizo, o, mejor, si no hay cierto embelesamiento, no es posible hablar de genio.
12. Todos nuestros instantes de luz son instantes de dicha. Cuando hay claridad en nuestro espíritu, hace buen tiempo.