01. Amistad nunca mudable por el tiempo o la distancia, no sujeta a la inconstancia del capricho o del azar, sino afecto siempre lleno de tiernísimo cariño, tan puro como el de un niño, tan inmenso como el mar.
02. Fortuna que se canta siempre se la lleva el aire.
03. ¡Qué dulce es dormir en calma cuando a lo lejos susurran los álamos que se mecen, las aguas que se derrumban!
04. En mi patria sólo llevo mis versos por capital.
05. La amistad es como la música; dos cuerdas del mismo tono vibrarán ambas, aunque sólo se toque una.
06. De tus labios, la sonrisa, la paz de tu lengua mana... Leve, aérea, como brisa de purpurina mañana.
07. Yo no soy ya lo que fui: y viendo cuán poco soy, dejo a los que más son hoy pasar delante de mí.
08. Un recuerdo en cada piedra que toda una historia vale, cada colina un secreto de príncipes o galanes.
09. Yo he nacido castellano; mas doquiera que me he visto, soy cristiano, y como Cristo prediqué fraternidad.
10. Así por sus altos fines dispone y permite el cielo que puedan mudar al hombre fortuna, poder y tiempo.
11. Porque tus ojos son bellos, porque la luz de la aurora sube al Oriente desde ellos, y el mundo su lumbre dora.
12. Dueña de la negra toca, por un beso de tu boca diera un reino Boabdil; y yo por ello, cristiana, te diera de buena gana mil cielos, si fueran mil.