01. Ayer pasó Dios por mi puerta y me miró a los ojos (nunca lo había visto de aquel modo inquisitivo). Hizo que repitiera el nombre que llevo entre los labios: era tu nombre, amor.
02. Entras. Te sientas. Cruzas las piernas. Y los ojos se me caen como moneditas falsas, tintineando.
03. Verte de nuevo no es reencontrarte, es cerrar el círculo de angustia para romperlo en todos los pedazos.
04. La clase media tiene blancos los ojos y sólo mira desde el ojo de la llave, sus trapos limpios, lavados en casa, y sus zapatos brillantes son sus melancólicas señales.
05. Volveré a mi tierra. Volveré. Pondré mi frente entre sus manos. El calor del surco entrará en mis ojos hasta el alma. No rehusaré su calle ni su puerta. No rogaré que me ame, porque su corazón me ha esperado por años y nieblas. Siempre viva.
06. En todos los cielos te encuentro.