01. Cohete de larga vara, el bambú apenas sube se doblega en lluvia de menudas esmeraldas.
02. Las espumas del río se arremansan y entre las piedras fingen grandes esponjas blancas...
03. En tus ojos alucinados por espejismos de vicio, queman los siete pecados raros fuegos de artificio.
04. La lluvia obstinada y fría de aquella tarde brumosa, ¡Desbarató muchos nidos y deshojó muchas rosas!
05. Y al ver que aduermes todas mis penas, mi sangre -roja sacerdotisa- tus alabanzas canta en mis venas...
06. ¡Ah del barquero! Sueño, en tu barquilla, llévame por el río de la noche hasta la margen áurea de otro día...!
07. En tu arte mágico -raro edificio- viven los monstruos, surgen las flores, es el poema del artificio en la obertura de los colores.
08. ¡Japón! Tus ritos me han exaltado y amo ferviente tus glorias todas; ¡Yo soy el ciervo de tu Mikado! ¡Yo soy el bonzo de tus pagodas!
09. Como un diamante sobre el terciopelo de un joyero de ébano sombrío, abandona tu amor sobre mi hastío la diamantina claridad de un cielo.
10. Fraile, amante, guerrero, yo quisiera saber qué obscuro advenimiento espera el amor infinito de mi alma, si de mi vida en la tediosa calma no hay un Dios, ni un amor, ni una bandera.