01. El hombre dado a lo sensible se rie a menudo cuando no hay de qué reírse. Su bienestar interior sale a relucir sea cual sea el móvil que lo estimule.
02. Ni con la mejor voluntad y la más pura de las intenciones les resulta fácil conocerse a los hombres; y a ello viene a sumarse la mala voluntad, que todo lo tergiversa.
03. Ahora bien, lo que han establecido los hombres no siempre es apropiado, ya sea justo o injusto; en cambio, lo que establecieron los dioses está siempre en su lugar, sea justo o injusto.
04. Buscad dentro de vosotros y lo encontraréis todo, y alegraos de que allá fuera, o como queráis llamarlo, haya una naturaleza que diga sí y amén a todo cuanto habéis hallado en vosotros.
05. El hombre que piensa yerra particularmente cuando pregunta por la causa y el efecto: ambos juntos forman el fenómeno indivisible. Quien sabe reconocer esto se halla en el buen camino hacia la acción, el actuar.
06. No nos preguntamos qué derecho a gobernar tenemos: gobernamos. No nos preocupa saber si el pueblo tiene algún derecho al derrocarnos: procuramos tan sólo que no se sienta tentado a hacerlo.
07. De vez en cuando me encuentro con un joven en el que no desearia ver nada cambiado ni mejorado; sólo me preocupa que haya tantos perfectamente dispuestos a nadar con la corriente de su época...
08. Las personas deben hablar menos y dibujar más. Personalmente, me gustaría renunciar por completo del habla y, al igual que la naturaleza orgánica, comunicar todo lo que tengo que decir visualmente.
09. Las hipótesis son andamios que se colocan ante el edificio y se quitan al término de las obras. Son imprescindibles para el albañil, que sin embargo no debe tomar el andamio por el edificio.
10. Las ideas audaces son como las piezas del ajedrez que avanzan hacia delante. Ellas pueden ser vencidas, pero también pueden iniciar una partida victoriosa.
11. Los ingleses nos cubrirán de vergüenza con su puro sentido común y su buena voluntad; los franceses, con su ingeniosa perspicacia y su sentido práctico.
12. Esa rápida alternancia de broma y seriedad, de interés e indiferencia, de pesar y alegría parece ser un rasgo típico del carácter irlandés.