01. Cuando se habla de la influencia del entorno, de la repercusión de los medios de comunicación en la marcha de un equipo o de la acción y actitud de los directivos y representantes en un vestuario, conviene medir las palabras. No se puede generalizar, por supuesto, pero sí es cierto que, como ocurre en caso todos los ámbitos, en el fútbol y sus aledaños hay mucha gente mala y poca gente buena. Y me refiero a todos: directivos, entrenadores y managers o como quieras llamarlos. Hay muchos vividores.
02. A los árbitros hay que defenderlos y no olvidar nunca que tienen una labor muy difícil. Como todos los deportistas que están en el campo, los árbitros también tienen un margen de error que debemos aceptar. Y tampoco vale que luego los programas de televisión especializada en conformación deportiva repitan los fallos arbitrales hasta la saciedad. Porque, en ocasiones, no se despeja la duda ni aunque se repita la jugada 80 veces a cámara lenta, y las interpretaciones son opuestas y contradictorias.
03. Por más que evolucionen las tecnologías y los métodos pedagógicos, por más que se publiciten los tratados científicos del fútbol, por más que se intente convertir el fútbol en una ciencia exacta y previsible, perfecta e infalible a base de machacar con discursos tácticos y retórica de pizarra, sospecho que la mejor escuela sigue siendo la transmisión oral y práctica del conocimiento a través de jugadores de distintas edades. Y lo importante es que esa transmisión de conocimiento se produzca de futbolista a futbolista, ya que ambos hablan el mismo idioma y, por tanto, pueden llegar a entenderse y sintonizar.
+ Frases de Historia del fútbol
04. Si él es mejor que tú, no debe haber ningún problema por el hecho de que él cobre más. Porque tú sabes perfectamente que él es mejor. Porque cuando entras en un vestuario, cuando sales a entrenarte, sabes enseguida quién es el mejor, nadie tiene que cogerte del brazo y decirte: " ¿Ves? Aquel tío de allí es mejor que tú". No hace falta. A las dos semanas de estar en un equipo, cuando pisas el campo, sabes perfectamente quienes son los buenos, los menos buenos y los llamémosles malos. Estoy hablando de buenos en todos los sentidos, no sólo en el pase o marcando goles sino también en la responsabilidad y todas esas cosas que configuran la personalidad de un futbolista.