Frases de Jean Kerr

01. El éxito no tiene reglas, pero se puede aprender mucho del fracaso.

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02. El hombre es el único animal que aprende siendo hipócrita.

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03. Si usted puede mantener su cabeza cuando todos alrededor suyo la perdieron, es posible que usted no haya comprendido la situación.

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04. No se puede hacer otra cosa que escribir una vez que ya has limpiado los platos.

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05. No soy una dramaturga natural, en absoluto. Escribo lo que sé.

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06. Cometo errores. Seré la segunda en admitirlo.

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07. Los actores de película son personas comunes mezcladas con agentes.

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08. La esperanza es el sentimiento que le hace sentir que lo que usted tiene no es permanente.

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09. El adulto medio, sano y con un ritmo de vida regular, se levanta a las 7:30 de la mañana sintiéndose sencillamente fatal.

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10. Estoy harta de todo ese sin sentido de que la belleza está en el interior. Eso es muy adentro. ¿Qué es lo que quieres, un páncreas adorable?

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11. Qué desamparado se siente uno cuando tiene una taza llena de café en la mano y comienza a estornudar.

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12. Un hombre sólo habla cuando algo lo excita fuera de sí mismo, como, por ejemplo, no poder encontrar sus calcetines.

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Jean Kerr

Jean Kerr
  • 10 de julio de 1922
  • Scranton, Pensilvania, Estados Unidos
  • 5 de enero de 2003
  • White Plains, Nueva York, Estados Unidos

Escritora y dramaturga estadounidense, cuyo irónico ingenio y acertada visión de los absurdos de la vida cotidiana la hicieron muy popular.

Sobre Jean Kerr

Hija de inmigrantes irlandeses, Jean Kerr (de nombre real Bridget Jean Collins), se crió en su ciudad natal, estudiando en el "Marywood College".

En 1940 ingresó a la Universidad Católica de Washington DC para estudiar dramaturgia y conoce a su futuro marido, el profesor de teatro y crítico Walter Kerr.

Tras obtener la licenciatura en 1945, Jean Kerr se traslada junto a su esposo a Nueva York y un año después presentaron su primera obra juntos sin mucho éxito.

Mientras su marido obtuvo fama como crítico, ella se dedicó a cuidar de sus 6 hijos, dos de ellos gemelos en su casa de Larchmont.

Jean Kerr comenzó a escribir divertidos artículos para una conocida revista femenina, que fueron recopilados en su obra "Por favor, no coma margaritas" en 1957 y cuyo éxito fue arrollador.

En 1961, presentó junto a su esposo la obra "Mary, mary" y el público acudió en gran medida, transformándose en una de las producciones más largas de la década.

Las obras de Jean Kerr reflejaron el lado gracioso y ridículo de las ansiedades más habituales de la vida en los suburbios y el matrimonio, además de escribir en forma divertida sobre el mundo del espectáculo.

Murió a los 80 años a causa de una neumonía.

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