01. La tecnología por sí sola no basta. También tenemos que poner el corazón.
02. [La destrucción del hábitat] Está a menudo vinculada a la codicia y el materialismo del mundo desarrollado.
03. Hoy día somos nosotros, los seres humanos, los culpables de que haya cada vez más especies en peligro de extinción.
04. [El estudiar a los chimpancés] Me ha ayudado a comprender, tal vez más que ninguna otra cosa, lo diferentes que somos de ellos.
05. Ahora que finalmente nos hemos dado cuenta del terrible daño que hemos ocasionado al medio ambiente, estamos extremando nuestro ingenio para hallar soluciones tecnológicas.
06. Sé que hay una crisis económica y que mucha gente la está pasando realmente mal...Eso es terrible. Pero la mayoría de las personas puede descubrir que es capaz de vivir con un poco menos.
07. Los seres humanos son más compasivos. En el caso del chimpancé se puede ver la compasión entre la madre y su cría, pero rara vez se halla en algún otro aspecto. La compasión es una característica muy humana.
08. Cada pequeño gesto por su cuenta no va a hacer una gran diferencia, pero son esos cambios chiquitos los que crearán una sociedad que elegirá a los políticos correctos, a quienes apoyarán cuando tomen las decisiones correctas.
09. La estabilidad económica debería consistir en mejorar el nivel de vida de los que no tienen nada, y reducir el nivel de vida egoísta de tanta gente que tiene mucho más de lo que necesita ¿Qué sentido tiene coleccionar tantas cosas?
10. ¡Piensa cada día en las consecuencias de tus acciones, en lo que comes, lo que compras, en qué medio te mueves! Estos detalles tienen un gran significado. Si los consideramos, sería un cambio sin precedentes. Tenemos el tiempo muy justo. ¡Hazlo ya!
11. Los chimpancés me han dado tanto...Las largas horas compartidas con ellos en la selva han enriquecido mi vida más allá de lo imaginable...Lo que he aprendido de ellos ha modelado mi comprensión de la conducta humana y de nuestro lugar en la naturaleza.
12. Luego de que los chimpancés tienen una pelea, la víctima alza y abre sus brazos en busca de tranquilidad: quiere ser abrazado o palmeado, asegurarse de que el vínculo aún está a pesar del enfrentamiento. Así es como se restaura la armonía social y personal.