01. Escribir es perdurar en la palabra, creo que sólo la ausencia puede nombrar a la ausencia. Pronunciar una palabra es fundar ya el olvido.
02. A lo mejor escribir no sea más que una de las formas de organizar la locura.
03. En general a mí las ideas se me ocurrían cuando espantaba recuerdos o cuando sentado a mi escritorio de ideas jugueteaba con la réplica del puñal de Sandokán, o miraba arder el fuego de la salamandra o miraba el cielo a través de la ventana.
04. Siempre habrá suicidas convencidos, desamparados que merodean los lugares de la estupidez y de la vanidad humanas, desesperados que buscan la salvación e intentan comprarla en las casas del ramo, matrimonios acaudalados cuya razón de existir es la competencia con otro matrimonio acaudalado, esclavos de las modas literarias sumidos en la perplejidad y el desasosiego, seres oblicuos para quienes la vida es tangencial, tíos que deben ser asesinados, y alguien que sueña un castillo en Irlanda.
05. Mordemos algunas masas y observamos sin mucho entusiasmo el tubo de dentífrico que nos han obsequiado; es como si Margarita me adivinara el pensamiento, porque, apenas nos miramos a los ojos, sonreímos.
06. Yo quería tirar las ideas sobre el escritorio de ideas, atacarlas por los cuatro costados, ver hasta dónde resistían, hasta dónde eran viables y después hasta dónde eran redituables. Pero ella las ponía en práctica enseguida. Así era ella.
07. Sólo los chicos creen. Pero los chicos crecen.