Frases de Imre Kertész - Página 5

01. Incluso allá, al lado de las chimeneas había habido, entre las torturas, en los intervalos de las torturas algo que se parecía a la felicidad. Todos me preguntaban por las calamidades, por los "horrores", cuando para mí ésa había sido la experiencia que más recordaba. Claro, de eso, de la felicidad en los campos de concentración debería hablarles la próxima vez que me pregunten. Si me preguntan. Y sí. Todavía me acuerdo. Y si todavía me acuerdo. "Sin destino" (1975)

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02. He comido arena y también hierba; las comía sin pensar, pero no había mucha hierba ni en el campo, ni en el territorio de la fábrica. (...) A veces me bastaba con ver comer a los otros. A nuestros guardias les traían la comida a la fábrica y yo no les quitaba los ojos de encima cuando comían. Sin embargo, no me dejaban disfrutarlo de verdad porque comían demasiado deprisa, sin masticar bien, parecían no darse cuenta de lo que hacían. "Sin destino" (1975)

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03. Entonces, en medio de aquella masa humana, vi por primera vez a los hombres que se encontraban allí. Me sorprendió mucho, puesto que era la primera vez en mi vida que veía yo, por lo menos desde tan cerca, unos presos de verdad, con el típico uniforme a rayas de los delincuentes, el gorrito redondo y la cabeza afeitada. Mi primera reacción natural fue retroceder. (...) Sus caras tampoco inspiraban mucha confianza: orejas separadas, narices aguileñas, ojos pequeños, hundidos y pícaros. Según todos los indicios, parecían judíos. A mí todos me parecieron sospechosos o, cuanto menos, extraños. "Sin destino" (1975)

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04. Y en mi camino, ya lo sabía, me estaría esperando, como una inevitable trampa, la felicidad. "Sin destino" (1975)

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05. Incluso así les dije lo que quería: que nunca empezamos una nueva vida sino que seguimos viviendo la misma de siempre. "Sin destino" (1975)

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06. El deseo de seguir viviendo, por otro ratito más, en este campo de concentración tan hermoso. "Sin destino" (1975)

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07. ¿Quién no ha tenido la tentación, aunque sea una sola vez, de abandonarse? "Sin destino" (1975)

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08. Bajo el peso de aquel día que resultaba cada vez más y más insoportable. "Sin destino" (1975)

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09. El alba era fresca y perfumada, los extensos campos estaban cubiertos por una niebla gris. "Sin destino" (1975)

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10. Puedo asegurar que la espera no conduce a la alegría. "Sin destino" (1975)

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11. Aquella última noche fue especialmente pacífica y tibia, con el sol rojo que se ponía detrás de las colinas. "Sin destino" (1975)

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12. Nosotros mismos somos nuestro propio destino. "Sin destino" (1975)

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J. M. Coetzee Nadine Gordimer Sándor Márai

Imre Kertész

Imre Kertész
  • 9 de noviembre de 1929
  • Budapest, Pest, Hungría
  • 31 de marzo de 2016
  • Budapest, Pest, Hungría

Escritor, novelista, guionista, traductor y periodista húngaro, autor de "Sin destino" (1975), "Kaddish por el hijo no nacido" (1990), "Un instante de silencio en el paredón" (1998) y "Liquidación" (2003).

Sobre Imre Kertész

Imre Kertész nace en Budapest, hijo de Aranka Jakab y Laszlo Kertész, matrimonio que se separa cinco años después de su nacimiento.

Entre 1935 y 1940 asiste a un internado y luego comienza la escuela secundaria hasta 1944, cuando es deportado al campo de concentración de Auschwitz y luego ser enviado a Campo de concentración de Buchenwald.

Finalizada la Segunda Guerra Mundial (193-1945), Imre Kertész es liberado y finaliza la escuela secundaria en 1948.

Tiempo después comienza a trabajar como periodista y traductor, teniendo muchas dificultades y sufriendo censuras.

Imre Kertész edita en 1975 "Sin destino", una obra maestra sobre la destrucción masiva alemana de los "otros" europeos: narra el paso por diversos campos de concentración de un adolescente húngaro y judío de quince años.

Tiempo después publica "Kaddish por el hijo no nacido" (1990), "Un instante de silencio en el paredón" (1998) y "Liquidación" (2003) entre otros.

Entre las numerosas distinciones que le otorgaron a Imre Kertész, destacan la "Medalla Ernst Reuter" (1983), el "Premio Sándor Márai" (1996), el "Premio Friedrich Gundolf" (1997), el "Premio Herder" (2000) y el "Premio Nobel de Literatura" (2002).

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