01. El día de San Valentín es sólo una explotación comercial ridícula y carente de sentido. Algo absolutamente indiferente para mí.
02. He tomado únicamente la decisión de cambiar un poco las cosas y de vivir lo que me queda pensando un poquito en mí para variar.
03. No se debe vivir la vida a través de los hombres, sino que hay que ser una mujer completa y autosuficiente.
04. Odio la Navidad. Todo está pensado para las familias, el idilio, el calor, la emoción y los regalos, y si no tienes ni novio, ni dinero, tu madre está saliendo con un delincuente portugués, y tus amigos ya no quieren ser tus amigos, te obliga a querer emigrar a un despiadado régimen musulmán, donde como mínimo todas las mujeres son tratadas como marginadas de la sociedad.
05. Oh, Dios, estoy tan deprimida... Pensaba que por una vez había encontrado algo en lo que era buena y ahora todo se ha ido a la porra y, por si fuera poco, este sábado es la terrible fiesta de las bodas de rubí y no tengo nada que ponerme. No soy buena en nada. Ni en hombres. Ni en habilidades sociales. Ni en el trabajo. En nada.
06. La piel que me rodeaba los ojos se estaba convirtiendo, incluso mientras miraba, en un amasijo de arrugas; tenía la barbilla y los mofletes caídos; mi cuello era como el de un pavo; de la boca a la barbilla me corrían líneas de marioneta a lo Angela Merkel. Mientras me estudiaba, casi pude ver que el pelo se me convertía en una estricta permanente gris. Finalmente había sucedido: era una anciana.
07. Quizás haya que echarle la culpa a nuestro pasado climático. Quizá todavía no tenemos la mentalidad adecuada para saber vivir con sol y sin nubes. Un clima que para nosotros no es más que un extraño incidente. El instinto de dejarse llevar por el pánico, salir corriendo de la oficina, quitarse la mayor parte de la ropa y tumbarse jadeando en la salida de incendios, cuando el sol asoma la nariz, es todavía demasiado fuerte.
08. La habitación empezó a llenarse de manchas. Eso es lo que odio de las citas. En un determinado momento te sientes más cerca de alguien que de nadie más en todo el mundo, y al minuto siguiente les basta con pronunciar las palabras "tiempo separados", "una conversación seria" o "quizá tú..." para que no les vuelvas a ver en tu vida y tengas que pasarte los seis meses siguientes manteniendo conversaciones imaginarias en las que ellos te suplican volver, y rompiendo a llorar cada vez que ves su cepillo de dientes.
+ Frases de Cepillo de dientes
09. Cuando alguien te deja, aparte de añorarle, aparte del hecho de que todo el pequeño mundo que habéis creado juntos se desmorona, y de que cada cosa que ves o haces te lo recuerda a él, lo peor es la sensación de que te han probado como si fueras un zapato, y la persona a quien amas ha sumado las partes y al final te ha pegado la etiqueta de RECHAZADA. ¿Cómo puedes no quedarte con tan poca confianza en ti misma como un bocadillo de la British Rail que nadie se ha atrevido a probar?
10. Los hombres, dice, se ven a sí mismos en una especie de escalera sexual, con todas las mujeres debajo de ellos, o encima de ellos. Si la mujer está "debajo" (esto es, deseando acostarse con él, sintiéndose muy atraída), entonces, como si de Groucho Marx se tratase, él no quiere ser un miembro de su "club". Esta idea me deprimió muchísimo, pero Tom me dijo que no fuese ingenua y que, si realmente quería a Daniel y quería ganarme su corazón, tenía que desdeñarle y ser tan fría y distante con él como me fuese posible.
11. La expedición en busca de condones ha resultado ser un estrepitoso fracaso. Al principio disfruté muchísimo de la repentina sensación de ser consumidora de condones. Cuando no tengo vida sexual siempre me siento triste al pasar por la sección de condones, como si se me negase un aspecto de la vida. Sin embargo, al llegar al mostrador me he encontrado una desconcertante gama de distintos condones (... ). - ¿Puedo ayudarla? -dijo el entrometido farmacéutico con una maliciosa sonrisa. Obviamente, yo no podía decir que quería condones porque eso habría sido lo mismo que anunciar "Estoy a punto de practicar el sexo": casi como cuando las mujeres obviamente embarazadas andan por ahí y es como si te estuviesen diciendo: "Mirad, todos, he practicado el sexo. " No puedo creer que la industria del condón, cuya mismísima existencia se basa en la virtual admisión de que todo el mundo practica el sexo en todo momento (excepto yo), se empeñe en seguir fingiendo que nadie lo hace, lo cual seguramente es más normal en nuestra tierra. Bueno. Sólo he comprado unos Bradasols.