01. Sin campanas cruzaban barcos náufragos.
02. El apóstol condice el pensamiento a través de la disciplina.
03. Los oradores, siguen el universo, y la radio, las completas leyes del pueblo.
04. Las estrellas garabateaban en nuestros ojos heladas epopeyas, cantos resplandecientes del espacio inconquistado.
05. Algún día aprenderás de memoria cada lugar famoso y verás cómo la cortina se levanta en el despacho del infierno.
06. La noche era una lanza en la quebrada que medra a través de auténticos robles. ¿Y había yo andado los doce decimales particulares del viento?
07. A la sazón, el verano y el humo habían pasado. Los delfines aún jugaban, arqueando el horizonte, pero sólo para levantar recuerdos de puertas espirituales.
08. Ni cuadrante ni brújula imaginan más distantes mareas...Y por la azul altura el canto no despierta al marinero. Que su mítica sombra sólo el mar la conserva.
09. Aquí estoy y estas estrellas están -la alta meseta- los rastros del Edén -y el árbol peligroso- ¿Son el paisaje de la confesión? Y si confesión, ¿También absolución?
10. La escalera mecánica sube una serenata tranquila de zapatos, paraguas, cada ojo atento a su zapato; luego salta rápido a algún lugar de arriba donde las calles estallan en lluvia...
11. Una serpiente trazó un vértice para el sol -en no holladas playas sacó su lengua y tamborileó. ¿Qué fuente escuche? ¿Qué helados discursos? La memoria, confiada a la página, se había muerto.
12. Así el Siglo XX –así zumbó la Limitada –rugió cerca y dejó tres hombres aún hambrientos en las vías , mirando con afán las luces de cola secarse y converger, huyendo , barrenadas y diestras, fuera de la vista.