01. En la vida hay que ser sincero. Mi padre me enseñó que lo más importante es ser verdadero y no meterle gato por liebre a nadie. Conservar lo que uno es, con sus defectos. Y escribir lo que uno es.
02. Hay una mordida profunda incisiva en el centro de mi sexo por la cual yo me erijo como yo misma y soy, y poseo y dono.
03. Allí digo que si en el tiempo de la infancia no hubiésemos tenido "una cosa sagrada para reverenciar, un río, un mar, una montaña, un árbol, no hubiésemos sido poetas". La sacralidad es lo más importante en el ser humano, la sacralidad es un estado, una situación, una pasión por comprender, y sin esto no podemos vivir plenamente.
04. Poesía y muerte se conciernen. Ese saber instalarse frente a lo raro del existir es propio del poeta. Porque por encima de la existencia está la muerte: lo que nos separa. Y el poeta ha aprendido de ella y le otorga su voz. Con filigranas teje su propio sudario y el sudario de los hombres, que no es otra cosa que la pasión por la vida, lo incomprensible.
05. Lo mío no es una poesía espontánea, que burbujea y sale por inspiración. Para mí escribir es escuchar algo que no se presenta de una manera clara y ver cómo eso -hermoso o terrible- se puede convertir en lenguaje...Y eso viene de muy adentro, porque los dioses, los monstruos, los demonios, habitan en lo profundo, en uno está colocarlos, ponerlos en su puesto...
06. Esta traducción de las Duiniser Elegien de Rainer Maria Rilke se debe ante todo a mi fervor por la poesía de Rilke, por la verdad y el calor religioso de sus palabras, por su difícil enseñanza para la vida. Una vez quedé deslumbrada ante la imagen del Ángel de Rilke. Ese Ángel que concentra y reúne la totalidad, lo absoluto. Palabras que ya no existen en los diccionarios de filosofía moderna. Quiero decir, me asombró también la lucidez del pensador que había en Rilke.
07. Yo soy un ser errático y por lo mismo mi relación con la poesía ha sido erótica. Literatura y erotismo son tiempo otorgado a la seducción. Lo importante, ya lo he escrito, no es terminar un libro, sino vivirlo, pulsarlo. El tiempo empleado en su elaboración, las caricias, la lentitud de las correcciones, la vibración en su relectura, constituyen la máxima expresión del cros. El hombre sueña desde el centro de la pasión, y el poeta sabe retardar la llegada a un centro de concentración y consumación. La literatura es cuerpo, carnalidad vuelta alma y espíritu.
08. Y esos aparentes cambios son los cambios naturales del vivir, lo que pasa es que la gente cree que está hecha de una sola pieza para toda la vida y creo que eso no es verdad, yo creo que en cinco años a uno le pasa tantas cosas, le acontecen tantos hechos que uno salta como una rana hacia otra parte (... ). Es que para mí la vida no es nada definitiva. Pero a uno lo acostumbran porque uno es cristiano, a que todo debe estar fijo y predestinado. A mí me dijeron que ser escritor era alcanzar la gloria y la fama, eso es mentira (...) Yo no te podría decir que sea ensayista, ni siquiera te puedo decir que sea poeta, porque no soy de las personas que se rigen por normas. Yo escribo cosas que son poemas y otras que llaman ensayo (... ). Lo que yo hago no cabe dentro de ningún género. Por ejemplo en Imágenes, Voces y Visiones tengo trabajos absolutamente académicos, serísimos, con citas a pie de página y tengo otras cosas que son una voladura. ¿Qué soy yo, ensayista, poeta? Además no me interesa saber que soy.