01. Si quieres crear algo bello, sólo tienes que hacer lo necesario, nada más.
02. Lo que más importa es que uno se encuentre a gusto consigo mismo.
03. La tendencia de los últimos años ha apuntado hacia formas muy poco naturales, formas que no tienen nada que ver con el ser humano. En este sentido yo me siento a menudo batallando en solitario, contra corriente... Una mujer bien hecha, estructuralmente perfecta, es un ideal, una aspiración, pero todo tiene su límite. No podemos vivir esclavizados por las aspiraciones.
04. Mi ideal de hogar, mi sueño de lo que ha de ser un espacio para vivir: un lugar íntimo y especial, donde puedo expresar mis ideas y recibir a otras personas, rodeado de belleza. Pero he de añadir que en mi concepción la belleza no es sinónimo de lujo y ostentación; cuando hablo de belleza me refiero a una cualidad evocadora, capaz de generar respuestas sensoriales y emocionales.
05. (...) También quisiera reaccionar al minimalismo. ¿Cómo? Me gustaría dedicarme a una creatividad más personalizada. El minimalismo uniforma, pone a todo el mundo al mismo nivel. Eso tiene un riesgo: difumina la personalidad, los rasgos de la cara, la arquitectura del cuerpo. Una mujer hermosa puede vestir de forma minimalista porque su belleza está por encima y todo le sienta bien, pero una mujer normal lo tiene más difícil.
06. Mi filosofía del diseño está dirigida a un cierto tipo de gente, que tiene un sentido puro y refinado de lo que llamamos estilo. Se trata de individuos que no están ansiosos por exhibirse; que prefieren la discreción al exceso. He llegado a la conclusión de que el deseo de elegancia no tiene relación con la educación ni con la riqueza, que es algo arraigado en la propia sensibilidad y está impreso en la personalidad.
07. La crisis mundial ha afectado a la moda profundamente porque ha llevado el miedo al vendedor, al proveedor y hasta al consumidor. El vendedor tiene miedo de comprar porque no sabe si venderá y el consumidor, si tiene dinero, también tiene miedo de comprar. Esto ocurre a todos los niveles sociales, del más bajo al más alto, porque nadie sabe lo que va a suceder mañana y esto ha hecho que se pare toda la cadena del comercio. Más que una crisis económica es miedo o incertidumbre.
08. Soy partidario de la gimnasia para moldear, pero eso de quitar aquí y poner allá me parece tremendo. No me gustan nada los postizos, ni la silicona de los pechos. El cuerpo es algo natural, íntimo. Una mujer puede sentirse muy feliz con un pecho de plástico, no lo niego, pero para un hombre, la sensación de acariciar un pecho y notar cómo se mueve la silicona es horrible. Respecto a las hombreras, comprendo que ayudan a equilibrar las formas, tanto en hombres como en mujeres, pero no se puede abusar de ellas. El único postizo que admito son las hombreras.
