01. Persiguiendo los ideales caemos muchas veces en la artificialidad.
02. ¿De verdad le parece conservadora la elegancia?
03. Nadie debe vivir prisionero en su ropa.
04. La ley del lujo no añade, elimina.
05. Nunca me han gustado las chicas delgadas ni las he tenido en mis pasarelas.
06. Mi visión estaba clara: yo quería apartar todos los artificios en el vestir.
07. Los futbolistas son hoy los nuevos líderes del estilo, pero a diferencia de las estrellas de cine a quienes se suman como íconos de moda, ellos son una perfecta combinación de disciplina mental y física que los hace genuinamente heroicos. Así que tengo la oportunidad de vestir a héroes.
08. Todos debemos prestar atención a lo que sucede en este momento con la economía, independientemente del dinero que se tenga. Hoy más que nunca, las nociones de simplicidad y esencialismo adquieren un valor moral así como estético. Tal vez sean estos ideales los que nos den nuevas reglas para seguir con nuestras vidas.
09. Mi lugar favorito de la casa es la cocina; Aunque no me considero un buen cocinero, no podría vivir en una casa sin una cocina bien diseñada. (...) La cocina es el corazón del hogar, es un espacio para la interacción social y no sólo el sitio donde se prepara la comida.
10. Todo es compatible. La elegancia, el divertimento, la comodidad, la sofisticación... Lo uno no excluye lo otro. Pero la elegancia no es el traje y la corbata, o el vestido impecable, o... A mí me cuesta explicarlo, sinceramente, porque trasciende el hábito. Uno puede ser elegante con bermudas, aunque le parezca mentira.
11. El hecho de que nuestro hogar sea el lugar más íntimo de nuestras vidas y el espacio donde con mayor sinceridad expresamos nuestra personalidad es algo que me fascina. Cuando pienso en el mobiliario de una casa sé que debe ser duradero, concebido de un modo que ignore las tendencias transitorias.
12. Los entornos deben ser cómodos y prácticos, no idílicos. Desde luego la estética juega un papel importante, pero la perfección es inalcanzable, ¡Y eso que le habla un perfeccionista confeso! Quizás por eso sé que la búsqueda de la perfección es un camino peligroso.