Frases de Georges Perec - Página 4

01. Cuando mi trabajo avanza o se atasca, mi mesa de trabajo se llena de objetos a veces reunidos sólo por el azar (secador, metro plegable), o bien de necesidades efímeras (taza de café). "Pensar/Clasificar" (1985)

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02. (...) Les parecía que dominaban cada vez más sus deseos: sabían lo que querían, tenían ideas claras. Sabían lo que constituiría su felicidad, su libertad. "Las cosas: Una historia de los años sesenta" (1965)

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03. No se puede vivir mucho tiempo en el frenesí. La tensión era demasiado fuerte en aquel mundo que prometía tanto y que no daba nada. "Las cosas: Una historia de los años sesenta" (1965)

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04. Además lo sabías, o bien tendrías que haberlo previsto: nunca hay que darse la vuelta, en cualquier caso, nunca tan bruscamente; si no, todo se rompe, se desordena... "Un hombre que duerme" (1967)

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05. Todo está ya preparado para tu muerte: la bala que acabará contigo se fundió hace mucho, las plañideras ya han sido designadas para seguir tu ataúd. "Un hombre que duerme" (1967)

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06. En síntesis, podría decir que los objetos que ocupan mi mesa de trabajo están allí porque me agrada que estén allí. "Pensar/Clasificar" (1985)

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07. Toda biblioteca responde a una doble necesidad, que a menudo es también una doble manía: la de conservar ciertas cosas (libros) y la de ordenarlos según ciertos modos. "Pensar/Clasificar" (1985)

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08. Que los días comiencen y que los días acaben, que el tiempo transcurra, que tu boca se cierre, que los músculos de tu nuca, de tu mandíbula, de tu mentón se relajen del todo, que sólo el subir y bajar de tu caja torácica, los latidos de tu corazón sigan dando testimonio de tu paciente supervivencia. "Un hombre que duerme" (1967)

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09. ¿Cómo se hacía antes de que existieran los anteojos? Podemos plantearnos esta clase de pregunta a propósito de otros mil objetos de la vida cotidiana. "Pensar/Clasificar" (1985)

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10. Ordeno a menudo mi mesa de trabajo. Ello consiste en poner todos los objetos en otra parte y en recolocarlos uno por uno. (...) Este ordenamiento de mi territorio rara vez se realiza al azar. Coincide en general con el principio o la finalización de un trabajo determinado; se produce en medio de esos días flotantes en que no sé si emprenderé una tarea precisa o me limitaré a actividades de repliegue: agrupar, clasificar, ordenar. "Pensar/Clasificar" (1985)

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11. Les habría gustado vivir con comodidad, rodeados de belleza. Pero exclamaban, admiraban, y ésta era la prueba más clara de que no vivían así. Les faltaba la tradición -en el sentido más despreciable del término, acaso-, y la evidencia, el verdadero gozo, implícito e inmanente, ese gozo que va acompañado de una felicidad del cuerpo, mientras que el suyo era un placer cerebral. "Las cosas: Una historia de los años sesenta" (1965)

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12. (...) Le daba por los modales pseudo bohemios, o sea que justificaba su tacañería y su mezquindad con observaciones como ésta: "No se puede realizar nada auténtico si no se es algo criminal" o como esta otra: "Quien quiera estar a la altura de sus ambiciones ha de saber convertirse en un tío cerdo, exponerse, comprometerse, jurar en falso, obrar como un artista que se gasta en pintura el dinero de casa". "La vida instrucciones de uso" (1978)

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Jorge Luis Borges

Georges Perec

Georges Perec
  • 7 de marzo de 1936
  • Belleville, París, Francia
  • 3 de marzo de 1982
  • Ivry-sur-Seine, Valle del Marne, Francia

Escritor, novelista, poeta, ensayista, dramaturgo y guionista francés, autor de "Las cosas" (1965), "Un hombre que duerme" (1967), "Especies de espacios" (1974), "W o el recuerdo de la infancia" (1975) y "La vida instrucciones de uso" (1978).

Sobre Georges Perec

Georges Perec nació en el seno de una familia obrera de judíos polacos que emigraron a Francia en la década de 1920, de padre Icek Judko Peretz y Cyrla Szulewicz.

A comienzos de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), su padre se alistó voluntariamente en el XII Regimiento Extranjero de Infantería (REI) del Ejército de Tierra Francés, muriendo en el frente en 1940.

Tiempo después su madre consiguió enviarlo a Villard-de-Lans (Isère) para que estuviera más seguro y trabajó durante un tiempo en una fábrica, hasta que en 1943 fue arrestada en París por la policía francesa y deportada al campo de concentración de Auschwitz, donde falleció.

Al cuidado de sus tíos paternos en Villard-de-Lans, Georges Perec cambió su apellido "Peretz" por seguridad y estudió en el colegio Turenne y en un colegio católico de varones "Clocher".

En 1944 se trasladó a Lans, donde vivía su abuela y tiempo después ambos regresaron a Villard-de-Lans, donde ingresó en el liceo Claude-Bernard en 1946 y en 1949 al colegio Geoffroy-Saint-Hilaire de Étampes.

Tiempo después ingresó a la Universidad de París (La Sorbona) para estudiar sociología y paralelamente a historia, abandonando ambas carreras para dedicarse a la literatura.

Entre 1962 y 1979 trabajó como bibliotecarios archivista en el "Laboratoire Associe 38" y paralelamente comenzó a escribir artículos y guiones para teatro y radioteatro.

En 1965 Georges Perec publica su primera novela, "Las cosas: Una historia de los años sesenta", obteniendo gran éxito y ganando el Premio Renaudot.

En 1967 ingresó oficialmente al grupo de experimentación literaria "Oulipo" (Ouvroir de littérature potentielle), que buscaba explotar la literatura en base a métodos tomados de las matemáticas, la lógica o el ajedrez.

En 1978 Georges Perec publica "La vida instrucciones de uso", novela galardonada con el Premio Médicis que le permitió dedicarse por entero a la literatura.

Tras una breve estancia en Australia, donde trabajo en la Universidad de Queensland, regresó a Francia y tras varios estudios le diagnosticaron un cáncer de pulmón que le produjo la muerte unos días antes de cumplir los 46 años de edad.

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