01. A la compañera de viaje, cuyos ojos, encantador paisaje, hacen parecer corto el camino.
02. No nos hagáis beber, ¡oh!, no, esas aguas minerales, benditas o lustrales, sino buen vino, ¡por lo que más queráis!
03. Si el Padre Eterno existe, a fin de cuentas, el ve que no me comporto peor que si fuera un creyente.
04. En el tiempo donde los culos postizos son mayoría, gloria a éste que dice toda la verdad.
05. Hay días en los que a Cupido no le calienta nada.
06. No hay como los imbéciles que saben hacer bien el amor.
07. Me convertí en un niño delante de una muñeca que cierra los ojos cuando se la acuesta.