01. En el valle del Ródano me encontré a una muchachita casi desnuda que bailaba con su cabra; pedía caridad a un joven rico y bien vestido que pasaba por la posta, con un correo con galones delante y dos lacayos detrás de la brillante carroza. ¿Os imagináis que pueda existir la distribución de la propiedad? ¿Pensáis que no justifica los levantamientos populares?
02. Nuestras ilusiones no tienen límites, probamos mil veces la amargura del cáliz y, sin embargo, volvemos a arrimar nuestros labios a su borde.
03. En general, se llega a los negocios por lo que se tiene de mediocre, y se permanece en ellos por lo que se tiene de superior. Esta unión de elementos antagónicos es la cosa más inusual, y por ello hay tan pocos estadistas.