01. Pero yo ante todo soy anarquista y luego sindicalista, y creo que muchos otros primero son sindicalistas y luego anarquistas. Hay una gran diferencia... El culto a los sindicatos es tan nocivo como el del estado, pero existe y amenaza ser más grande cada vez. Parece que los hombres no pueden vivir sin dioses, y apenas han derribado una divinidad cuando ya surge otra nueva. Si la divinidad de los socialdemócratas en el estado, la divinidad de los socialistas libertarios parece ser el sindicato.
02. ¿No resulta cruel cargar al recién nacido con el fardo de prejuicios que le harán difícil la vida?
03. Toda nuestra sabiduría consiste en prejuicios serviles, todas nuestras costumbres no pasan de servidumbres, molestias y cohibiciones
04. El mismo cuerpo no se atreve a estudiar con libertad. Queda prohibido aprender a funcionar; el recién nacido únicamente puede chillar de contrabando. La alteración del cerebro y la inmovilidad de los pulmones son las dos causas de que comprendamos tan poco las cosas y las digamos tan incompletas.