01. El amor de Dios puede ser enseñado para que no parezcamos osos.
02. Uno aprende, cuando se hace viejo, que ninguna ficción puede ser tan extraña ni parecer tan improbable, como lo sería la simple verdad.
03. El Cielo ronda tenazmente a aquellos que lo encuentran aquí abajo, y los arrebata.
04. Vivir es tan asombroso que apenas deja espacio para otras ocupaciones, aunque los Amigos son, si cabe, un acontecimiento más hermoso.
05. Su pensamiento es tan solemne y cautivador que le deja a uno más fuerte y más débil también, a Sanción de la Dicha.
06. La idea de que algún día miremos hacia abajo, y veamos los pasos torcidos que hemos dado, desde un lugar más seguro, debe ser algo precioso.
07. Cada día la vida parece más poderosa, y puesto que tenemos el poder de existir, más asombrosa.
08. El genio es la ignición del cariño no del intelecto, como se supone la exaltación de la devoción, y en proporción a nuestra capacidad para eso, es nuestra experiencia del genio.
09. Una carta la siento siempre como la inmortalidad, porque es la mente sola sin el amigo corporal. Deudores en nuestra conversación de la actitud y del acento, parece que hay un poder espectral en el pensamiento que camina solo.
10. Cuando frecuentaba el bosque de pequeña, me decían que una serpiente podría picarme, que podría coger una flor venenosa o que los duendes me podrían raptar, pero continué yendo y no encontré sino ángeles, mucho más tímidos ante mí de lo que yo pudiera sentirme ante ellos.
11. Si leo un libro y hace que mi cuerpo entero se sienta tan frío que no hay fuego que lo pueda calentar, sé que eso es poesía. Si físicamente me siento como si me levantasen la tapa de los sesos, sé que eso es poesía. Esta es la única manera que tengo de saberlo. ¿Hay alguna otra?
12. Sólo sabemos toda nuestra altura si alguien le dice a nuestro ser: ¡Levanta! Y entonces, fiel consigo, se agiganta hasta llegar al cielo su estatura.