01. En los horribles días de confusión moral que estamos viviendo, en un momento en que la conciencia pública parece ofuscarse, a ti, Francia, me dirijo, a la nación, a la patria.
02. Es extraño que una revolución se lleve a cabo en un clima de calma y de sentido común. Los cerebros se desequilibran, la imaginación se azora, se ensombrece, se puebla de fantasmas,
03. (...) Perdiéndose entre los senderos floridos e internándose en el bosque hasta llegar a las faldas de una colina, pasan alegremente los días, escondidos en el fondo de los matorrales que abrigan, complacientes, sus amores.
04. Porque, en verdad, el espectáculo ha sido inaudito, ha superado en brutalidad, en desfachatez, en declaraciones indignas, los peores instintos, las mayores bajezas jamás confesadas por la bestia humana.
05. La idea superior de disciplina que llevan en la sangre esos soldados, ¿No basta para invalidar su capacidad de equidad? Quien dice disciplina dice obediencia.
06. (...) Tuvo entonces la brusca convicción de que el dinero constituía el estiércol en medio del cual surgía aquella humanidad del mañana.
07. La honradez absoluta no existe en mayor cantidad que la salud perfecta. En todos nosotros hay un fondo de animal humano, al igual que hay un fondo de enfermedad.
08. Lo repito con una certeza aún más vehemente: la verdad está en marcha y nada la detendrá.
09. No hay que olvidar el maravilloso poder del teatro, su efecto inmediato sobre el espectador. No existe instrumento mejor de propaganda.
10. Apaga la vela, que no necesito ver el color de mis ideas.
11. Nada está nunca acabado, basta un poco de felicidad para que todo vuelva a empezar.
12. ¡Qué tontos hemos sido por esperar tanto tiempo! Nada más conocerte ya quise estar a tu lado, pero tú no comprendiste, te enfadaste... Luego, ¿Te acuerdas? , en casa, de noche cuando comíamos, olfateando el aire para escucharnos respirar, con unas ganas inmensas de abrazarnos.