01. Lo cierto es, por si algún lector se incorpora al recuento de estas andanzas sin conocimiento previo de mis antecedentes, que en el pasado estuve recluido injustamente, aunque esto ahora no venga a cuento, en un centro penitenciario para delincuentes con trastornos mentales y que dicho centro lo regentaba con carácter vitalicio y métodos poco gentiles el doctor Sugrañes.
02. Lo único que puedo asegurar es que en ninguna ocasión, ni siquiera en los más críticos bretes, he visto, conforme suele contarse, pasar ante mí mi vida entera como si fuera una película, lo que siempre es un alivio, porque bastante malo es de por sí morirse para encima morirse viendo cine español.
03. Dedicó toda su conferencia a un solo cuadro: La muerte de Acteón. No era una de las obras expuestas en el Louvre, ni en ningún otro museo. Por lo visto pertenecía y seguramente aún pertenece a un afortunado particular. (...) el profesor fue mostrando los diferentes detalles de ese curioso episodio mitológico.
04. Desde hacía unos años, y tras unos inicios algo accidentados, de los que en su día deje constancia escrita, regentaba una peluquería de señoras a que, de un tiempo a esta parte, solo acudía con admirable regularidad un empleado de la Caixa para reclamar las cuotas atrasadas de sus sucesivos créditos.
05. Los hombres son más obtusos: el dinero y el fútbol les tienen bloqueados el hipotálamo y no les circulan los fluidos vitales. En cambio las mujeres, en cuanto desconectan el móvil, liberan los poderes de la mente y a la que te descuidas ya han alcanzado la percepción extrasensorial.
06. La vida me ha enseñado que tengo un mecanismo insertado en algún lugar impermeable a la experiencia que me impide hacer cuanto pudiera redundar en mi provecho y me fuerza a seguir los impulsos más insensatos y las más nocivas tendencias naturales...
07. Lo único que no sobraba era el dinero para pagar a tanta gente ni a los proveedores de materias primas. Madrid, según frase acuñada por un periódico satírico de la época, tenía sujetos los cordones de la bolsa con los dientes.
08. Los seres humanos, a semejanza de los insectos atraviesan por tres fases o etapas de desarrollo: niños, currantes y jubilados. Los niños hacen lo que se les manda, los currantes también, pero con retribuidos por ello, los jubilados perciben unos emolumentos, pero no se les deja hacer nada...
09. Somos... Mas dados a trabajar con ahínco y a ser dicharacheros, desprendidos, modestos, corteses y afectuosos y no desabridos, egoístas, petulantes, groseros y zafios, como sin duda seríamos si para sobrevivir no dependiéramos tanto de caer en gracia.
10. La gente era infeliz antes de que yo naciera y lo seguirá siendo cuando yo haya muerto. Verdad es que he causado la desgracia de algunos, pero ¿He sido yo el verdadero causante de esa desgracia o un mero agente de la fatalidad?
11. El lenguaje de los seres humanos es trabajosos y pueril... Hablan largamente y a gritos, con acompañamiento de ademanes y muecas horribles. Aun así su capacidad de expresión es limitadísima, salvo en el terreno de la blasfemia y la palabra soez...
12. No sé cuándo me enamoré de ti ni cómo sucedió tal cosa, porque trato de recordar y me parece que te he querido siempre y trato de entender y no encuentro razón en el mundo para no amarte.