01. Hay que saber sentir, que hay que saber luchar para ganarse el respeto de otros y respetar a esos otros.
02. En un restaurante, una hermosísima señora se acercó a mí y me susurró: ¿Chavela, cuándo nos acostamos? ¡Qué atrevida! Me encanta.
03. Cuando yo canto los que me escuchan sienten. Y lloran porque se dan cuenta de que todavía son capaces de sentir. A pesar de los males del mundo.
04. Al entrar al escenario siento miedo. Pero algo encuentro o algo me encuentra a mí. Antes de terminar la primera canción ya estoy en otro lado. Del lado de mi público.
05. Todo lo he hecho a sabiendas y no me arrepiento de nada. Ni de lo bueno, ni de lo malo, ni de los momentos felices, ni de las tristezas... Al final, tengo el alma llena de paz y tranquilidad.
06. Yo he tenido que luchar para ser yo y que se me respete, y llevar ese estigma, para mí, es un orgullo. Llevar el nombre de lesbiana. No voy presumiendo, no lo voy pregonando, pero no lo niego. He tenido que enfrentarme con la sociedad, con la Iglesia, que dice que malditos los homosexuales… Es absurdo. Cómo vas a juzgar a un ser que ha nacido así. Yo no estudié para lesbiana. Ni me enseñaron a ser así. Yo nací así. Desde que abrí los ojos al mundo. Yo nunca me he acostado con un señor. Nunca. Fíjate qué pureza, yo no tengo de qué avergonzarme... Mis dioses me hicieron así.