01. No rías nunca de las lágrimas de un niño. Todos los dolores son iguales.
02. Nuestra mirada profunda: eterna y frondosa, como el alma de los océanos.
03. (...) Y sin embargo, el aire está cargado de flores que no son; sin embargo, ya han abierto en un cielo radiante.
04. Nada más que un beso fueron sus palabras.
05. Sin una flecha, sin un dardo, con un solo vistazo de mis ojos del niño, la he moldeado.
06. Hemos soñado todos los sueños en la tierra y han crecido a orillas del sol.