Frases de César Moro - Página 2

01. Y que tus pies transitan abriendo huellas indelebles donde puede leerse la historia del mundo y el porvenir del universo y ese ligarse luminoso de mi vida a tu existencia.

+ Frases de Porvenir


02. Se nace poeta; aquel fuego interior, aquella chispa que puede provocar el incendio de un bosque existe desde el momento en que se abren los ojos o tal vez, desde antes del nacimiento.

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03. Las ramas de luz atónita poblando innumerables veces el área de tu frente asaltada por olas asfaltada de lumbre tejida de pelo tierno y de huellas leves de fósiles de plantas delicadas.

+ Frases de Lumbre


04. La noche se acuesta al lado mío y empieza el diálogo al que asistes como una lámpara votiva sin un murmullo parpadeando y abrasándome con una luz tristísima de olvido y de casa vacía bajo la tempestad nocturna.

+ Frases de Murmullo


05. La medianoche se afeita el hombro izquierdo sobre el hombro derecho crece el pasto pestilente y rico en aglomeraciones de minúsculos carneros vaticinadores y de vitaminas pintadas de árboles de fresca sombrilla con caireles y rulos.

+ Frases de Crecer


06. El corazón respira apenas ante el milagro repentino de tu presencia. Los ojos quisieran guardar para siempre el color de incendio de tus ojos, el resplandor de tu mirada, el exacto volumen de tu cuerpo, y devorarte y envolverte y guardarte ajeno a todas las miradas.

+ Frases de Presencia


07. Nada puede hacerme sufrir más que el espectáculo del amor. Yo solo, frente al mundo, fuera del mundo, en el mundo intermedio de la nostalgia fúnebre, de las aguas maternas, del gran claustro, del paraíso perdido; frente a ti y lejos, tan lejos que ya nada puede salvarme, ni la muerte.

+ Frases de Espectáculo


08. ¿No era tu sonrisa el bosque resonante de mi infancia? ¿No eras tú el manantial la piedra desde siglos escogida para reclinar mi cabeza? Pienso tu rostro inmóvil, brasa de donde parten la vía láctea y ese pesar inmenso que me vuelve más loco que una araña encendida agitada sobre el mar.

+ Frases de Pesar


09. La poesía sigue proyectando su luz mortal y lacrimógena; luz vivificante del devenir humano dentro de sí mismo y no orientado hacia la conquista de nuevos metales cuya fusión dosificada estalle asolando tierras de cultura, tesoros anímicos penosamente acumulados, segando el más preciado, el más rutilante de los tesoros: la vida humana.

+ Frases de Cultura


10. (...) Un camino de tierra en medio de la tierra y nubes de tierra y tu frente se levanta, como un castillo de nieve y apaga el alba y el día se enciende y vuelve la noche y fasces de tu pelo se interponen y azotan el rostro helado de la noche para sembrar el mar de luces moribundas y que las plantas carnívoras no falten de alimento y crezcan ojos en las playas y las selvas despeinadas giman como gaviotas.

+ Frases de Sembrar


11. Te quiero con tu gran crueldad, porque apareces en medio de mi sueño y me levantas y como un dios, como un auténtico dios, como el único y verdadero, con la injusticia de los dioses, todo negro dios nocturno, todo de obsidiana con tu cabeza de diamante, como un potro salvaje, con tus manos salvajes y tus pies de oro que sostienen tu cuerpo negro, me arrastras y me arrojas al mar de las torturas y de las suposiciones.

+ Frases de Suposiciones

César Moro

César Moro
  • 19 de agosto de 1903
  • Lima, Perú
  • 10 de enero de 1956
  • Lima, Perú

Profesor, escritor, poeta y pintor surrealista peruano de considerado uno de los voceros más relevantes del surrealismo hispanoamericano.

Sobre César Moro

César Moro nace en la popular ciudad de Lima, donde transcurre su infancia a adolescencia.

En 1925 finaliza su educación secundaria en el Colegio de La Inmaculada de los jesuitas y se traslada a Francia con la intención de estudiar ballet y presentar sus pinturas en París.

En 1926 presenta su primera muestra pictórica y en 1927 la segunda, ambas son acogidas favorablemente por la crítica.

En 1928 comienza a escribir poemas en idioma francés y conoce a miembros del movimiento surrealista como Benjamín Péret, Paul Éluard y André Breton, participando activamente en la publicación "Surréalisme au Service de la Révolution" (1930).

En 1933 César Moro regresa a Perú y continúa con sus actividades literarias y pictóricas, organizando junto al poeta Emilio Adolfo Westphalen, la primera exposición surrealista de Latinoamérica, en la Academia Alcedo de Lima (1935).

En 1938 se traslada a México donde es admitido como exiliado político y participa en diversas publicaciones, organizando en 1940 la Exposición Internacional del Surrealismo junto a Wolfgang Paalen y André Bretón.

En 1943 publica su primera obra "El castillo de Grisú" (Le château de grisou) y en 1944 "Cartas de amor" (Lettre d'amour), además de escribir durante su estancia en San Luis Potosí el primer poema de "La Tortuga Ecuestre", uno de los poemarios más reconocidos en la tradición poética peruana.

En 1948 regresa a Perú, trabajando como profesor de francés en el Colegio Militar Leoncio Prado y teniendo como alumno a Mario Vargas Llosa.

En 1956 muere víctima de leucemia, publicándose póstumamente "Amor a la muerte" (1955), "La Tortuga Ecuestre y otros poemas" (1957) y "Los Anteojos de Azufre" (1958).

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