01. La sensación extraña de que no podía sentirme peor y de que no había marcha atrás, que sólo quedaba seguir el camino, aunque no supiera con certeza a dónde habría de llevarme.
02. Sofía creía en otras cosas: cuentos de aparecidos, las brujas de la sierra, el destino fijado en la baraja y, sobre todo, en los designios de la vieja madre Luna.
03. La vivificante sensación de que la noche promete experiencias sin nombre, enormes ganas de bailar en las banquetas, deseos de amanecer junto al mar... y cierta culpa.
04. De no ser por las calles donde nos movemos, el último soplo de vida se hubiera esfumado de esos seres que no merecieron la atención de la Historia-con-mayúsculas.
05. En ese momento pienso que la historia sirve para un carajo. O que cada uno inventa la suya y todo es tan relativo que la realidad casi no existe.
06. Estaba harta. Harta de pensar, de buscar soluciones, de pelear por todo, por cada cosa, cada hombre, cada éxito en su vida.
07. ¿Por qué la gente quería a Lupe si se la pasaba rompiendo todas las barreras, traspasando todos los límites?
08. ¿La mitad de la copa? ¿Tres cuartos? ¿Alcanzaría para apagar la sed? ¿Alcanzaría para darle el valor necesario?
09. Lo único que le daba la certeza de existir era la mirada de los otros puesta en ella.
10. Respiró profundo y se tragó las lágrimas. Mejor así, pensó, porque si empezaba a llorar, probablemente no terminaría jamás.
11. Soñó que todo había sido un sueño, un sueño maravilloso, pero nada más que eso.
12. Esa mezcla de erotismo e inocencia, ese descuido, esa ignorancia de su propio atractivo, era lo que la tenía de cabeza.