01. Algunos arquitectos se interesan por mis casas y no deja de ser una satisfacción que gente de carrera acepte ese tipo de ideas. Y algunos hasta han hecho casas inspiradas en Casapueblo. Me sorprende a veces ir por un barrio y ver una casapueblito.
02. [El conventillo] Fue la raíz de mi pintura, me acerqué a el a través de una comparsa que salía en navidad, me fui integrando a la negritud de tal manera que el medio mundo pasó a ser mi mundo entero... compuse música para sus comparsas... salí a la calle.
03. [Sobre sus tres matrimonios] Tuve la suerte de tener a mi lado a tres mujeres maravillosas, que en su momento todo lo que hicieron lo hicieron por mí. Si te ponés a pensar, lo mío es todo un juego de vanidades y resultados. Pero atrás de mi obra está el esfuerzo de tres mujeres que me aguantaron y me estimularon.
04. (...) También Casapueblo nace del conventillo, es una prolongación. La construí como si se tratara de una escultura habitable, sin planos, sobre todo a instancias de mi entusiasmo. Cuando la Municipalidad me pidió hace poco los planos que no tenía, un arquitecto amigo tuvo que pasarse un mes estudiando la forma de descifrarla.
05. Estoy operado del corazón. Primero hace cuatro años y una segunda vez hace dos. En la segunda los médicos me decían que tenía una chance en diez, y decidí tomarla. Ellos me aconsejaban aguantar, pero yo decidí tomar esa chance. Y todo salió bien. ¡Y en este momento quiero tanto la vida! Me abrazo con la gente, siento más el perfume de las flores...
06. Es que viajar -digo siempre- es correr palmo a palmo la vida. Viajando rejuvenezco mis colores y mi espíritu. Sé que mi pintura se enraíza en el mar y se vigoriza frente al sol, donde hay un horizonte limpio me dan ganas de quedarme, donde hay una playa larga me dan ganas de instalar mi caballete y dejarme estar con la vista fija hacia un barco perdido...
07. He tenido muy buenas opiniones de críticos importantes, pero yo me siento mucho más un hacedor de cosas que un artista, que un pintor, que un escultor. No sé si llego a la altura de un artista. A mí me encanta hacer cosas, ahora mismo estaría dibujando, es como una adicción. Me levanto a la mañana, me hago un cafecito, saludo a los gatos y empiezo a trabajar.
08. Cada paso o cada ladrillo que ponía, me llevaba a caminos inesperados. Casapueblo fue naciendo al paso, modelada por mis propias manos y con la ayuda de pescadores y amigos no influenciados por la arquitectura formal... Casapueblo se transformó en mi propia vida. De ella parto en mis largos viajes pero siempre regreso como un búmeran. Es mi barco encallado en las rocas, con el que viajo hacia la ilusión.
09. Me conmovió profundamente el sonido de esos tambores, el movimiento y el ritmo de los negros. Y me dije: "Ahí está la cosa". Seguí la comparsa como un chico que se cuelga del tranvía y llegué a un conventillo, el conventillo Mediomundo, y me dejé tragar por aquella puerta abierta, inmensa. Subí una escalera, llegué a una pieza que se llamaba Yacumenza, y ahí fui habilitado por los negros para quedarme a pintar.
10. Creo que una vez que el hombre termine de destruirse a si mismo... en ese momento va aparecer un hombre nuevo... Un hombre que va a querer la tierra, que va amar a los animales, la naturaleza... Siempre soñé con fundar una escuela ecológica, que no pudo ser en casapueblo, siempre soñé que los jóvenes tendrían que juntarse para tratar temas esenciales y entre ellos... El respeto a la naturaleza, porque es el gran jardín que tenemos, es nuestra casa grande.
11. La pintura para mí significa todo... A la mañana me levanto muy temprano, yo mismo me preparo el café con leche, y ahí me inclino como un ciclista, con la tela en blanco y encorvado voy poniendo colores, ni siquiera sabiendo lo que voy a pintar... Cuando empiezo el cuadro de repente si estoy inspirado en hacer un tema de la mujer, el tema de un pájaro en vuelo, ni siquiera se los colores que les voy a poner, eso es un punto de inspiración que se va encadenando como un collar...
12. En el conventillo de Mediomundo, al que yo iba todos los días a pintar, tenía un altillo ahí que me habían prestado, aprendí que todos somos familia. Ahí vivían, no sé, cincuenta o sesenta familias negras, compartiendo mucho, pasaban juntas la Navidad, era una comunidad maravillosa. Y cuando yo veo Casapueblo pienso lo mismo, los cuartos enganchados como en un collar, como un abrazo a la gente que llega. Una persona llega y encuentra a otra y se saludan, es como si fueran hermanos.