01. [Sobre las plazas de traza irregular] Lejos de ser desagradables, estimulan nuestro interés y acrecientan la belleza del conjunto.
02. ¡Debería avergonzarnos el escaso caudal de espíritu de nuestros ajedrezados urbanos! Magnitud de manzana y anchura de calle se determinan mediante acuerdo de sesión, con minuciosidad tal que el plano parcelario del barrio podría ya ser completado por el último escribiente o ujier, si no se diese aún cierta importancia a la mayor delicadeza de dibujo.
03. La significación de las plazas abiertas en medio de la ciudad, hoy se las emplea muy poco para las grandes fiestas públicas, y cada vez menos en el uso diario, siendo con frecuencia su fin único, procurar más aire y luz, interrumpir la monotonía de la masa de casas, y quizá hacer resaltar plenamente algún edificio monumental, permitiendo su libre contemplación.
04. La mayor parte de los hombres tienen que dedicarse al trabajo, y allí la ciudad puede aparecer con su traje de diario. Pero algunas calles y plazas principales debieran ostentar trajes de gala, para orgullo y alegría de sus moradores, despertar el sentimiento de la patria, y la perenne formación de elevados y notables anhelos en la juventud, como acaecía en las ciudades antiguas, donde la gran multitud de calles laterales tampoco es de importancia artística, y sólo el viajero, con su estado especial de ánimo, las halla también hermosas, pues todo allí le agrada.