01. Ni una palabra brotará de mis labios que no sea verdad. Ni una sílaba que no sea necesaria.
02. Cuerpo de la mujer o mar de oro donde, amando las manos, no sabemos, si los senos son olas, si son remos los brazos, si son alas solas de oro.
03. Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte, al borde del abismo, estoy clamando a Dios.
04. Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre aquel que amó, vivió, murió por dentro y un buen día bajó a la calle: entonces comprendió y rompió todos sus versos.
05. Yo doy todos mis versos por un hombre en paz. Aquí tenéis, en carne y hueso, mi último voluntad.