Frases de Benjamin Disraeli - Página 3

01. Lo mejor que podemos hacer por otro no es sólo compartir con él nuestras riquezas, sino mostrarle las suyas.

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02. No hay otra educación como la adversidad.

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03. Un gobierno conservador, una hipocresía organizada...

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04. Ahora voy a tomar asiento, pero vendrá el tiempo en que me van a escuchar.

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05. Los críticos son los hombres que han fracasado en la literatura y las artes.

+ Frases de Crítico


06. Las torpezas de la juventud son preferibles a los aciertos de la vejez.

+ Frases de Torpeza


07. El éxito en la vida de un hombre está en prepararse para aprovechar la ocasión cuando se le presente.

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08. Lo que prevemos, raramente ocurre; lo que menos esperamos es lo que sucede generalmente.

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09. El mundo está gobernado por personajes que no pueden ni imaginar aquellos cuyos ojos no penetran entre los bastidores.

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10. La hora del amanecer es aquella en que el crimen pesa, la orgía se halla extenuada y hasta la desolación encuentra un albergue.

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11. Todas las mujeres deberían casarse; los hombres, no.

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12. Como todos los grandes viajeros -dijo Essper- yo he visto más cosas de las que recuerdo, y recuerdo más cosas de las que he visto.

+ Frases de Trotamundos

Benjamin Disraeli

Benjamin Disraeli
  • 21 de diciembre de 1804
  • Londres, Gran Londres, Inglaterra
  • 19 de abril de 1881
  • Hughenden, Gran Londres, Inglaterra

Escritor y político inglés, Primer Ministro en dos oportunidades (1866-1868) y (1874-1880).

Sobre Benjamin Disraeli

Nació en una familia judía sefardí.

Tras recibirse de abogado, tuvo varios fracasos seguidos, entre ellos cinco elecciones parlamentarias.

Gracias a su incondicional apoyo al jefe de los conservadores, Robert Peel, entró en la Cámara de los Comunes, en 1837.

En 1848 fue designado líder de los conservadores en la Cámara de los Comunes, pero siguió acumulando fracasos electorales.

Fue dos veces Ministro de Hacienda hasta que la reina Victoria le nombró Primer Ministro.

La muerte de su esposa, Mary Ann Whyndham, en 1872, marcaría a Disraeli de por vida.

Cuando accedió a un segundo mandato como Primer Ministro, puso en marcha el agresivo programa imperialista.

En 1880 perdió las elecciones y al año siguiente murió de una bronquitis.

Si bien su carrera como escritor resultaría relegada por sus tareas políticas, sus libros tuvieron una buena aceptación en toda Europa.

Las novelas de Benjamin Disraeli constituyen descripciones de la sociedad británica y al mismo tiempo una expresión del pensamiento político y religioso de su autor.

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