01. ¿Eres Tú? Lo que siento dentro de mis entrañas ¿No es el pulso amoroso de tu toque divino?
02. Prendas de amor que perduran más que la vida mortal...Soñé con ser todo tuyo, y todo tuyo soy ya.
03. Ya lo comprendo, despegarme quieres el corazón; me quieres solo sin ningún arrimo de otra ilusión.
04. Llora lágrimas tan quedas que nadie las ha de oír: bien fino será quien logre su secreto descubrir...
05. Y aunque tantas memorias infelices Te opone mi esquivez, Tú tan sólo me dices: "Sé más fiel otra vez..."
06. Algo de ti que en mí vive basta a mi dicha esencial; algo de ti que en mí falta trueca el jardín en erial.
07. Tus ojos son ojos vivos que en quien los mira se clavan, y descienden silenciosos hasta la hondura del alma.
08. Si el mar es sólo espejo: los colores del mar son los del cielo. ¿Los colores de mi alma? -Espejo es también ella.
09. Y es esa visión amorosa, que al alma la ciega a toda otra luz; ¡y ese amor es el tuyo, tu amor perdurable, tu amor absorbente, oh Jesús!
10. Y ahora que me vuelvo a mi pasado, siento un perfume, suavidad remota; y ya entiendo, Señor, de dónde brota: de que tuve mi frente en tu costado.
11. Así alternando el himno y la elegía, ya llore, ya sonría, sólo te canto a ti, mi único dueño, en quien puse mi ensueño desde que supo amar el alma mía.
12. Como de gavilán pasó tu sombra, rápida por el suelo de mi alma; y te reconocí y estremecíme, que es gloria verte aun sólo de pasada, aun sólo en sombra rápida.