Frases de Annie Proulx
Los pensamientos fueron ordenadas por el año de publicación de sus obras.
- 1993. Atando cabos
- 1996. Los crímenes del acordeón
- 1999. En terreno vedado: historias de Wyoming
- 2016. El bosque infinito
40 grandes frases de Annie Proulx
De periodista a escritora, Annie Proulx se caracteriza por escribir libros con bellas descripciones de paisajes y lugares, además de utilizar frases cortas y mordaces.
Su fuerte son los relatos cortos de temas costumbristas, en los que reune múltiples hechos y acciones con descripciones certeras.
Los libros de Annie Proulx describen la opresión y brutalidad con la que viven muchas personas, al igual que su honestidad, inocencia y esfuerzo por superarse.
Atando cabos (1993)
Tras la muerte de su esposa en un accidente, Quoyle debe rehacer su vida mientras intenta desentrañar la red de mentiras en la que estaba viviendo.
01. Una moneda que gira, aún equilibrada en su borde, puede caer en cualquier dirección.
02. ¿Dónde están los reporteros de antaño? (...) ¿Los bastardos mordaces, mordaces y alcohólicos de Nighthawk que realmente sabían escribir?
03. Lo que tememos a menudo nos enfurece.
04. Papá, ¿Tenemos miedo? (...) No cariño. Es una aventura.
05. Es más fácil morir si otros a tu alrededor están muriendo.
06. La conversación desapareció como la niebla a la luz del sol.
07. El océano se sacudió como un vasto paño extendido sobre serpientes.
08. Una de las tragedias de la vida real es que no hay música de fondo.
09. Hubo un mes de ardiente felicidad. Luego seis años de sufrimiento retorcido.
10. El agua es una flor oscura y un pescador es una abeja en el corazón de ella.
11. Lleva un año...Un giro completo del calendario, para superar la pérdida de alguien.
12. Todos somos extraños por dentro. Aprendemos a disfrazar nuestras diferencias a medida que crecemos.
13. La casa era pesada a su alrededor, la presión del pasado llenaba las habitaciones como gas inodoro.
14. Siempre odié la vista de cinco, seis hombres adultos sentados alrededor de una mesa, haciendo nada más que trabajar su mandíbula.
15. Si un trozo de hilo anudado puede desencadenar el viento y un hombre ahogado puede despertar...Entonces creo que un hombre quebrado puede sanar.
16. Tienes la oportunidad de comenzar de nuevo. Un nuevo lugar, nuevas personas, nuevas vistas. Una pizarra limpia. Mira, puedes ser lo que quieras con un nuevo comienzo.
Ver todas las frases de "Atando cabos"
Los crímenes del acordeón (1996)
Historia de inmigrantes centrada en un acordeón traído a América en la década de 1880. Empezando por su dueño, comienzan una serie de crímenes que tiene como protagonista al instrumento.
01. El mundo es una escalera, dijo el fabricante de acordeones en la oscuridad. Algunos suben y otros bajan.
02. Al viejo proverbio le falta algo, todos lo saben, el dinero es la raíz de todo mal. Yo digo que la falta de dinero es la raíz de todo mal.
Ver todas las frases de "Los crímenes del acordeón"
En terreno vedado: historias de Wyoming (1999)
Dos vaqueros se conocen de casualidad. Cuando su jefe los envía a cuidar ganado a la montaña Brokeback, entre ambos surge un sentimiento especial que deriva en una relación íntima.
01. Ojalá supiera cómo dejarte.
02. Nada terminó, nada comenzó, nada se resolvió
03. (...) Se sentía peor que en toda su vida y esa sensación no lo abandonó en mucho tiempo.
04. Se despertaba apesadumbrado, otras con la antigua sensación de dicha y liberación; la almohada estaba a veces húmeda, otras veces las sábanas.
05. ¿Sabes una cosa? He pasado mucho tiempo tratando de averiguar si era...Y sé que no lo soy. Y si no, mira cómo estamos, los dos con mujer e hijos...
06. Había un espacio abierto entre lo que sabía y lo que trataba de creer, pero no podía hacer nada al respecto, y cuando algo no tiene remedio, hay que aguantarse.
07. Había algo de espacio abierto entre lo que él sabía y lo que intentaba creer, pero no se podía hacer nada al respecto, y si no puede solucionarlo, tiene que soportarlo.
08. (...) Cabalgando contra el viento para volver con el rebaño en La Traicionera y luz, pensó que en su vida lo había pasado mejor, se sentía capaz de quitarle el blanco a la luna de un zarpazo.
09. Todo lo que no se habían dicho durante años y ya no se podían decir, confesiones, declaraciones, vergüenzas, culpas, miedos, se alzó entre ellos como enormes nubes de vapor de un manantial de aguas termales en invierno.
10. (...) Arrojó leña seca al fuego, del que saltaron chispas llevándose sus verdades y mentiras; unas cuantas ascuas aterrizaron en sus manos y sus caras, una vez más, y ellos se revolcaron en el suelo. Había algo que nunca cambiaba: la luminosa intensidad de sus infrecuentes acoplamientos siempre quedaba oscurecida por la sensación de que el tiempo volaba, nunca había suficiente tiempo, nunca.
11. Y así fue. Nunca hablaban de sus relaciones sexuales, dejaban que surgieran, al principio solo en la tienda de noche, luego a plena luz del día con el sol cayendo a plomo, y de noche en el resplandor de la hoguera, deprisa, a lo bruto, riendo y resoplando, no sin ruidos, pero sin pronunciar una maldita palabra a excepción de la vez que Ennis dijo: "Yo no soy maricón", y Jack se apresuró a dejar claro: "Yo tampoco. Una y no más. Esto queda entre nosotros".
Ver todas las frases de "En terreno vedado: historias de Wyoming"
El bosque infinito (2016)
Un bosque es el nexo de unión e interrelación entre dos familias a lo largo de varios siglos. Ese bosque tan explotado, utilizado, destruido, que resulta no ser infinito.
01. Y recuerde que donde hay tierras altas, hay tierras bajas con pantanos.
02. El mundo estaba plagado de problemas terribles, pero no eran asunto suyo.
03. ¿Por qué las cosas no deberían ser en gran medida absurdas, inútiles y transitorias?
04. En cada vida hay eventos que remodelan el sentido de existencia. Después, todo es diferente y el pasado se oscurece.
05. En esta vida nos encontramos con personas difíciles. Debemos tomarnos el tiempo para escuchar y tratar de entenderlas.
06. Ese mundo que quería que conocieran se había desvanecido cuando el humo abandona las brasas moribundas que lo hicieron.
07. Los viejos bosques se están yendo y una vez que se hayan ido tendremos que esperar mil años o más para verlos de nuevo.
08. La gran bahía con sus poderosas mareas, sus estuarios e islas, sus ríos de agua dulce y el océano nutritivo suministraron todo.
09. (...) Se refiere a un estado de armonía entre las personas y la naturaleza...Es una especie de filosofía personal para cada persona.
10. Lo que temen los estadounidenses sobre las corporaciones es que puedan alcanzar demasiado poder. Tenemos una antipatía por el poder incluso cuando lo admiramos.
11. Nada en el mundo natural, ni bosque, ni río, ni insecto ni hoja tiene valor intrínseco para los hombres. Todo es inútil, totalmente prescindible a menos que descubramos algún beneficio para nosotros...Los hombres se comportan como señores superiores. Ellos deciden qué florecerá y qué morirá. Creo que la humanidad se está convirtiendo en una nueva especie terrible y lamento ser uno de ellos.
Annie Proulx
Escritora y ensayista estadounidense, autora de las novelas "Atando cabos" (1993), "Los crímenes del acordeón" (1996) y "El bosque infinito" (2016) y el libro de relatos "En terreno vedado" (1999), que incluye el relato "Brokeback Mountain".
Sobre Annie Proulx
Annie Proulx nació en Norwich (Connecticut), vivió durante su infancia y adolescencia en Portland (Maine) y luego se trasladó a Vermont.
Comenzó a trabajar como periodista en diversos medios, siendo una publicación en la revista de ciencia ficción "If" su debut como escritora.
Entre los numerosos premios que ganó Annie Proulx, destacan el el premio Pulitzer (1993), dos veces el Premio O. Henry (1998, 1999) y el Premio "Ambassador Book Award"(2000).
Entre 199 y 1999 publica tres libros emblemáticos: Atando cabos" (1993), "Los crímenes del acordeón" (1996) y "En terreno vedado" (1999).
Frases de sus libros
- En terreno vedado: historias de Wyoming
- Atando cabos
- Canciones del corazón y otras historias (1988)
- Postales (1992)
- Los crímenes del acordeón
- Un as en la manga (2002)
Frases de libros de Annie Proulx »
Síguenos