01. Según las concepciones hindúes, toda técnica, proseguida con asiduidad y concentración, puede conducir al nivel superior de conciencia que corresponde al estado de yoga. Se puede hablar así del yoga del arte, del yoga de la ciencia, del yoga de la gramática, del yoga del amor, del yoga de la meditación, etcétera. Pero tomado como tal, cada yoga implica una disciplina rigurosa y precisa.
02. Hay tanta diferencia entre la manera como respira un adepto del Yoga y un no iniciado, como entre un pillastre que chapucea en un estanque y un campeón. El primero se debate, gasta muchas energías y apenas logra flotar y desplazarse: el segundo avanza rápidamente y sin esfuerzo. Toda la diferencia proviene de la técnica y del ejercicio. Aprendamos a respirar correctamente; la recompensa será maravillosa.
03. El tantra no aporta ningún dogma -felizmente-, pero eso no implica que un adepto tántrico deba rechazar los suyos, si los tiene. Si su religión se los propone, perfecto, pero el tantra en sí no se los proporcionará. El tantra, que entre otras cosas es una búsqueda de lo Real, no está, pues, en conflicto ni con la ciencia, ni con la religión: nada nos obliga a aceptar la idea de una conciencia que impregna todo el universo material.
04. (...) Pero hay obstáculos físicos mucho más temibles: esos abdómenes duros y contraídos que impiden la respiración y contraen toda la personalidad. Esos tórax rígidos como corazas, esos diafragmas inmovilizados por acumulaciones de gas en el tracto qastro-lntestinal, también ellas causadas por espasmos. Es preciso primero descontracturar todos esos músculos en permanente tensión, los que, mejor que un corsé, impiden cualquier respiración normal; he aquí el motivo por el que la relajación es la puerta de entrada del yoga.
05. El tantrismo se encuentra indirectamente en el origen de los templos-burdeles. Pues, en realidad, ¿Por qué había sexo en los templos? Nosotros, los occidentales, para quienes lo espiritual excluye lo sexual, no comprendemos que para el tantra el sexo sea sagrado. De modo que los primeros templos eran el lugar privilegiado de las pujas tántricas. Esto suscita una pregunta: ¿No era ya una forma de prostitución? No, pues es totalmente diferente la actitud ante la mujer, ante la feminidad. Para el tantra, la mujer y los valores que ella encarna son sagrados, y por tanto respetados.
06. Nuestras células dependen de la sangre para su aprovisionamiento de oxigeno. Si por sus arterias circula sangre pobre en oxigeno, la vitalidad de cada una de sus células se encuentra disminuida: "realice" esta verdad primera, imprégnese de ella, dese cuenta de que millones de células, dispuestas a servirle fielmente hasta el límite de sus fuerzas, son tributarias del aporte de oxigeno que les llega por intermedio de ese líquido mágico: la sangre. Su deber, en sentido estricto, es el de asegurarles este aprovisionamiento de oxigeno al que tienen derecho.
07. El tantra considera que cada célula es un ser viviente, consciente por sí mismo, dotado de un psiquismo, de emociones, de memoria, (...) El cerebro pierde la exclusividad de la conciencia, que se convierte en una propiedad de todo el cuerpo. Si la conciencia y/o el espíritu existen en mi cerebro -todo lo que está aquí está en todas partes-, ellos impregnan también todo el organismo. El cuerpo ya no es la carcasa, el harapo, el obstáculo a la vida espiritual o -en el mejor de los casos- el "buen servidor": la espiritualidad existe en todos los niveles corporales.
08. Reacción "lógica": huir hacia adelante. ¿Es limitado el tiempo? Llenémoslo al máximo. Para ello, hay que producir más, gozar más, adquirirlo todo, inmediatamente, y apresurarse más y más. Reloj y calendario se convierten en importantes factores de estrés: este trabajo debe estar terminado antes de...Para vivir más, se vive más rápido, se corre más rápido, se rueda más rápido, se vuela más rápido. (...) Resultado: se muere también más rápido, porque la prisa nos presiona, nos enloquece y desarregla nuestros ritmos biológicos en relación con los del universo.