01. En el fondo, no tengo ninguna confianza en la historia. No es más que un cúmulo de mentiras. Del pasado, retengo sobre todo el movimiento de creación artística, pero, en nuestra sociedad, hasta eso ha sido rechazado. La historia no es sino el catálogo de las diferentes opresiones. Yo me estoy con los hombres que sufren. Mi historia es un continuo replanteamiento de la historia.
02. La identidad es una pertenencia en la que es central el pasado: de una familia, de una raza, de un pueblo... Para mí lo esencial es el individuo, aunque el individuo no se entiende sin el otro. No podemos imaginar a un ser que nace solo y vive solo. La identidad es una creación perpetua, una apertura, no una adquisición. No se hereda porque el ser humano es una proyección hacia el futuro: crea su identidad al crear su obra.
03. La verdad es que la cuestión del poder ha sido, a lo largo de la historia de los árabes, su principal problema. La lucha por el poder fue siempre la causa de sus confrontaciones y guerras intestinas, y hasta de sus múltiples cismas y sectas. En ellos, el poder no emana de la gente como expresión de la voluntad popular, sino que viene de arriba, por lo que la violencia, el odio y la coacción son elementos consustanciales, casi orgánicos, de dicho poder.
+ Frases de Lucha por el poder
04. Los políticos no se interesan de verdad por los árabes, los ven como fuente de riqueza -el petróleo- y como espacio estratégico. No se interesan por las fuerzas progresistas aunque sean, es cierto, poco numerosas. Lo que hacen las intervenciones extranjeras es revitalizar las fuerzas oscurantistas en el mundo árabe. Lo emponzoñan todo. Cuando uno compra y arma a unos supuestos combatientes, a una supuesta oposición, inventa un ejército de mercenarios. El Estado Islámico es una creación de Arabia Saudí y Estados Unidos. Ahora tienen que combatir a aquellos a los que armaron ellos mismos.
05. Siendo de orígenes humildes las cosas nunca fueron fáciles para mí, sin embargo supe hacerme camino. De mi padre, con quien tuve una relación como la que se tiene con un maestro, más que personal casi profesional, aprendí todo; de él heredé mi afición por los libros, por la poesía, por la lectura, por la duda intelectual. Gracias a él desarrollé mis aptitudes creativas y eventualmente me inscribí en la escuela, para de ahí saltar a la universidad e inclusive al mundo y convertirme en quien soy. De mi madre obtuve la necesidad afectiva, la parte emocional, lo irracional, todo lo que hace falta para tener un balance entre opuestos.