01. (...) También ha de sentirse solo, aunque allá en su país tiene a su familia y muchos de sus amigos y exposiciones y aprecio. Todo eso cuenta y estoy feliz de que haya regresado a su tierra, adonde las cosas tienen siempre más sentido. "La amigdalitis de Tarzán" (1999)
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02. Otros niños también llegaban, que se conocían y no, niños lindos y no, desenvueltos y no, allí todo el mundo rivalizaba en belleza, en calidad, en todo lo que se podía rivalizar frente a la puerta de los Lastarria y era un poquito como si todo el mundo se estuviera odiando. "Un mundo para Julius" (1970)
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03. Y no seré ningún modelo, pero no me siento peor que mis prójimos. Además, como tú, en el fondo soy un tímido que pelea, aunque en mi caso el asunto se agrava pues de un tiempo a esta parte he notado que, aunque algo prematuramente, empiezo a peinar canas en los cojones. "La amigdalitis de Tarzán" (1999)
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04. ¿Qué nos faltó, entonces? ¿Amor? Vaya que no. Lo tuvimos y de todo tipo. Desde el amor platónico y menor de edad de un par de grandes tímidos hasta el sensual y alegre y loco desbarajuste de los que a veces tuvieron sólo unas semanitas para desquitarse de toda una vida, pasaría contigo. "La amigdalitis de Tarzán" (1999)
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05. Nos dejamos capturar el uno por el otro, desde que nuestros labios se fueron directamente en busca de los labios del otro, no de las mejillas, ni de la frente, directa y ansiosamente a la boca del otro, y al abrazo muy fuerte, ya doloroso, se le escaparon brazos y manos que buscaban otras zonas del cuerpo, un seno, el corazón, las caderas, un resbalón por el muslo. "La amigdalitis de Tarzán" (1999)
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06. Papá murió cuando el último de los hermanos en seguir preguntando, dejó de preguntar cuándo volvía papá de viaje, cuando mamá dejó de llorar y salió un día de noche, cuando se acabaron las visitas que entraban calladitas y pasaban de frente al salón más oscuro del palacio, cuando los sirvientes recobraron su mediano tono de voz al hablar, cuando alguien encendió la radio un día, papá murió. "Un mundo para Julius" (1970)
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07. Pero, por supuesto, Tarzán ha sido ella, siempre fue ella, y ahora Tarzán como que acabara de descubrir la completa voracidad de cada célula viviente de la selva. Ahora Tarzán como que empezara a madurar, de una vez por todas, para cuidar a sus criaturas entre el follaje y la vorágine y entre sus habitantes devoradores, cual hiena, o venenosos, cual tarántula. Y ahora Tarzán como que hubiera tomado conciencia de mil horribles y perversas acechanzas Rambo, y, al comprobar que su grito en la selva no contiene aún la suficiente energía, la suficiente ferocidad o Emulsión de Scott o lo que ustedes quieran, acaba de inscribirse en un gimnasio. "La amigdalitis de Tarzán" (1999)
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08. Me enamoré de ella, de su piel de melocotón bronceado todo el año, de su siluetón de armas tomar, de su larga y rubicunda cabellera, y de sus cejas y ojos muy negros, en Lima, cantando en una fiesta de la Universidad Católica en que ella era Miss Facultad, o algo así, y yo una suerte de Nat King Cole en castellano, que a punta de acércate más, y más, y más, pero mucho más, me la terminé acercando tanto que aún no he logrado apartarla del todo, y eso que ya pasaron más de mil años, muchos más, por lo cual al autor de aquel bolero creo poderle responder que sí, que parece que sí tiene amor, la eternidad. "La amigdalitis de Tarzán" (1999)
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09. Mi patria son los amigos.
10. La pureza ideal del amor juvenil coexiste con un deseo ardiente, imperativo.
11. El escritor es un hombre sorprendido. El amor es motivo de sorpresa y de humos, un paraíso vital.
12. El ser irónico se ríe del otro y de sí mismo, sufre lo mismo que sufre el destinatario.
