01. Suspira. El cielo está tan estrellado que da envidia.
02. No tenía mucha gente con quien compartirme.
03. Ver reír a una anciana es un milagro.
04. La muerte es algo hereditario.
05. Estáis bien juntos, ¿No? Pues, hala, a vivirlo.
06. (...) Mis libros son muy vitales, en mi imaginario particular el mundo es muy vital.
07. ¿Por qué será que en esta familia nunca nos decimos las cosas que realmente importan?
08. Cuando me pongo a escribir no me ronda nada. Ronda lo que sale, no hay una previa. Mi labor de planificación es muy inconsciente. Me pongo delante del ordenador y sale lo que en esos momentos se me pasa por la cabeza. No hay un proyecto ni una pizarra donde planifico la historia. Solo tengo necesidad de escribir y a partir de ahí empiezan a salir cosas y más cosas.
09. Llega una edad en la que nos damos cuenta de que vivir restando es vivir al revés porque hace daño, y la vida no es eso. Hay que aprender a sumar, hija, a sumarlo todo: el dolor, la pena, la angustia, lo vivido, lo que esperas vivir, lo que ya no..., los que se marcharon. Todo eso eres tú.
10. En el horizonte flota una línea más negra que el cielo y que el mar, más oscuro que el mismo negro. Cuando perdemos la mirada en ella, todo se ordena porque todo cabe, caben los años de una vida, las historias queridas, las verdades que nunca quisimos oír. Cuando perdemos ahí la mirada, la vida habla y la noche escucha.
11. Ahora me doy cuenta de que no fue ella quien me dejó. Fui yo la que no la seguí. Elegí y me quedé. Condenada, convertida en faro, como en los cuentos que no acaban bien. Aprendiendo que la medida del cariño es la añoranza. Aprendiendo a saber estar. Yo. Conmigo. Estando.
12. - ¿No preferirías llevarte el visón nuevo, mamá? – le he preguntado en un inútil intento por hacerle cambiar de idea. Ella ha sacado los dientes del pañuelo y se los ha colocado. -Sí, claro. Por eso me llevo éste. Porque prefiero el otro.