01. Todo instrumento tiene su contexto, fuera del que o es inútil o/y es peligroso (una navaja lanzada en una playa, un coche para navegar). El uso de todo instrumento requiere un mínimo de formación y/o habilidad (no se deja un cuchillo a un niño ni un automóvil a quien no sabe conducirlo). Todo instrumento, a mayor peligrosidad, mayores medidas de precaución tiene (la funda de un puñal, el cinturón de seguridad... ).
02. Por lo que sabemos de nuestro sistema económico, las crisis de sobreproducción o de subconsumo, la inflación o la deflación, la pobreza y la opulencia...No son disfunciones fácilmente solucionables. Parecen formar parte de la misma dinámica del capitalismo real. Dicen que son el precio inevitable de un sistema que favorece el progreso, el desarrollo y la modernización. El socialismo real no sólo no parece haber superado estos problemas, sino que ha creado otros.
+ Frases de Actividad económica
03. Una cosa es aceptar que para vivir es preciso vender la propia fuerza de trabajo y otra, muy distinta, que es preciso venderse a sí mismo (o la cosificación de una parte de sí mismo). El afecto, el sexo, como el espíritu y la conciencia, son demasiado especiales como para ponerles un precio, para mercantilizarlos sin destruir la persona y su dignidad. Y no acostumbra a hacerse, si no es para sobrevivir. Si la gente tuviera medios para vivir dignamente, no sería tan fácil que niños, adolescentes y adultos se dejaran poner precio a su intimidad.
04. La competitividad, si no es desleal, parece un buen sistema para desarrollar la "competencia", la capacidad de eficiencia responsable en cualquier ámbito "económico". Pero, debemos reconocer que la condición fundamental de su lealtad no acostumbra a cumplirse. Y además, competitividad no siempre significa ánimo de lucro, ni marginación de los perdedores, ni mercantilización de todas las realidades naturales y de todas las actividades humanas. Puede haber "competencia profesional" sin "competitividad mercantil" cuando existen otras motivaciones además de las lucrativas. Por tanto, debemos poner límites al mercado, fuera de los cuales su función de eficiencia se vuelve perturbadora y contraproducente.
05. Esta sutil explotación, como todas, da poder. Un poder, en este caso, muy especial, que se expresa de muchas maneras y, de entre ellas, hay una que resulta estratégica para la sociedad: el sistema bancario es el responsable de gran parte de la financiación del sistema electoral, es decir, de proveer fondos a los partidos y candidaturas para las elecciones sin otro criterio que el de la "confianza" en alguna opción. Curiosamente, la explicación y cuestionamiento de la legitimidad de estos mecanismos de creación y apropiación de dinero por parte del sistema bancario no acostumbran a aparecer ni en los libros de los economistas ni, aún menos, en los programas electorales.