01. A mí no me molestan los ricos, me molestan los pobres, y con éstos hay dos soluciones: o se les mata o se les da dinero, con lo que dejan de ser pobres y compran en las tiendas de los ricos.
02. El ciudadano que no quiere ser un inconsciente no le toca otro remedio que intentar entender un poco más el poder secreto de la moneda, si quiere saber en qué barco navega y en qué puede colaborar para evitar el naufragio.
03. La consecuencia inmediata de la introducción de unidades monetarias en un mercado es la determinación de valores mercantiles. Estos valores mercantiles son la resultante de la comparación homogeneizadora entre mercancías concretas y unidades monetarias abstractas. Es decir, son valores mixtos (concretos-abstractos).
04. La prostitución del espíritu, con la compra de las religiones, se suma a las prostituciones de la política, de la cultura, del arte. El dinero, oscuro, lo pudre todo en estas esferas. En las grandes iglesias y en las sectas.
05. Los "lentes" de cada uno, según sea empresario o trabajador, político o ciudadano, desarrollista o ecologista, pobre o rico, hombre o mujer... Hacen que tengamos unas prioridades y unas sensibilidades diferentes.
06. Los imperialismos comenzaron a existir con la invención del dinero anónimo en el Asia Sudoccidental hace 4. 500 años, ni un día más ni un día menos.
07. El dinero es muy importante, pero no lo es todo. Y las actuales relaciones sociales establecidas para obtenerlo pueden no ser las mejores, incluso, para sus amantes más incondicionales.
08. Se ha de abolir el poder sobre las personas y establecer el poder automático sobre las cosas.
09. Los ricos hacen la guerra a los pobres pero los pobres no hacen la guerra a los ricos.
10. Lo que llamamos dinero es el poder de compra que tiene una unidad monetaria para adquirir mercancías concretas.
11. Los estados, cuando recurren al banco central para cubrir el déficit público, lo que están haciendo es inventar dinero que, en la medida que no corresponda a un incremento real de la producción, beneficiará a unos ciudadanos -los que reciban este dinero del Estado- en detrimento de los demás, que se verán perjudicados por la inflación.
12. Uno de los problemas fundamentales de un cambio de orientación en la civilización occidental, que conduzca hacia un respeto por el resto de las culturas del planeta y por la naturaleza, es la falta de capacidad crítica y creativa de los "creadores de cultura", sometidos a dependencias más o menos confesadas ya sea de los Estados (públicos) o de empresas (privadas), que establecen y favorecen programas y proyectos continuadores del sistema.