El comunismo es un movimiento político y un sistema social sin clases, con una forma de propiedad pública de los medios de producción y total igualdad para todos los miembros de la sociedad.
Al finalizar el siglo XX el socialismo científico había logrado una amplia difusión, pero en su seno se agitaban dos tendencias: Los revisionistas, que afirmaban que los objetivos del marxismo debían alcanzarse en forma pacífica y los ortodoxos, que eran partidarios de aplicar la dictadura del proletariado y condenaban el nacionalismo.
Los revisionistas lograron mayor número de adeptos y se agruparon en los partidos socialistas de cada país; los ortodoxos abandonaron el movimiento y comenzaron a llamarse comunistas.
El comunismo persigue como ideal una sociedad en la que los principales recursos y medios de producción pertenezcan a la comunidad y no a los individuos.