Frases de Oryx y Crake - 2

24. La inmortalidad es un simple concepto -declaró Crake-. Si consideramos que la "mortalidad" no equivale a la muerte, sino a su conocimiento previo y el temor que suscita, entonces la "inmortalidad" correspondería a la ausencia de dicho temor. Los bebés son inmortales. Si eliminamos el miedo, logramos ser...


25. El futuro se presentaba ante él como una sentencia, pero no de cárcel sino de palabras interminables, plagada de subordinadas innecesarias, como solía decir con ácida ironía en los bares y los pubs del campus que frecuentaba. No es que el futuro que le esperaba le entusiasmara precisamente.


26. En fin, tal vez no existían soluciones. La sociedad humana, aseguraban, era una especie de monstruo, y sus principales subproductos eran los cadáveres y los escombros. Nunca aprendía, siempre repetía los mismos errores estúpidos, siempre escogía los beneficios inmediatos a costa de un sufrimiento a largo plazo.


27. Las aves, por ejemplo, limitan el número de huevos, o incluso dejan de aparearse, en épocas de escasez. Concentran todos sus esfuerzos en mantenerse vivas hasta que los tiempos mejoran. En cambio los seres humanos tienen la esperanza de meter su alma en otro, de crear una nueva versión de sí mismos y vivir así eternamente.


28. ¿Cuánta innecesaria desesperación estará causada por una serie de desencuentros biológicos, por un mal alineamiento de las hormonas y las feromonas? La consecuencia de ello es que la persona a la que tan apasionadamente amas no te ama a ti, no puede amarte. En tanto que especie, somos patéticos en ese sentido: monógamos imperfectos.


29. Jimmy, seamos realistas. No es posible garantizar un mínimo acceso de la población a los alimentos si ésta se expande indefinidamente. El Homo sapiens sapiens no parece capaz de limitar su propagación. Es una de las pocas especies que no limita su reproducción ante la escasez de recursos. En otras palabras -y hasta cierto punto, por supuesto-, cuanto menos comemos, más follamos.


30. Tiene que encontrar más y mejores maneras de ocupar su tiempo. "Su tiempo", qué idea tan absurda, como si le hubieran dado una caja de tiempo que le perteneciera sólo a él, llena hasta el borde con horas y minutos, que pudiera gastar como si se tratara de dinero. El problema es que la caja está agujereada y el tiempo se le escapa, haga lo que haga con él.


31. El enamoramiento era el resultado de una alteración química y, por tanto, algo real, pero según él se trataba de un estado engañoso inducido hormonalmente. Además, era humillante, porque te ponía en desventaja, concedía demasiado poder al objeto amoroso. En cuanto al sexo en sí mismo, no constituía un reto ni una novedad, y en general representaba una solución sumamente imperfecta para el problema de la transferencia genética intergeneracional.


32. Durante la época de celo la rana macho mete tanto ruido como puede -dijo Crake-. Las hembras se sienten atraídas por los machos con las voces más potentes y graves porque les parece que corresponden a individuos más fuertes, con mejor dotación genética. Las ranas macho de menor tamaño (está documentado) descubren que si se sitúan en el interior de una tubería hueca, ésta actúa como amplificador, con lo que a los oídos de las hembras parecen mucho mayores de lo que realmente son.


33. Estaba claro -dijo Oryx- que tener un valor económico no era sustitutivo del amor. Todo niño debería ser amado, toda persona debería ser amada. Ella misma habría preferido tener el amor de su madre -un amor en el que seguía creyendo, un amor que la había seguido por toda la selva en forma de pájaro para que no estuviera tan sola, tan asustada-, pero el amor era impredecible, llegaba y se iba, así que tampoco estaba de más tener un valor económico, porque así, al menos, los que querían obtener un provecho de ti se aseguraban de que estuvieras bien alimentada y de que no te hicieran demasiado daño. Además, había muchos que no tenían ni amor ni valor económico, y tener una de las dos cosas era mejor que no tener ninguna.


34. ¿Cuándo empezó el cuerpo a vivir sus propias aventuras? , piensa Hombre de las Nieves; tras deshacerse de sus viejas compañeras de viaje, la mente y el alma, de las que en otro tiempo se consideró un mero receptáculo corrupto, o en todo caso una marioneta que interpretaba sus obras o una compañía perniciosa que las llevaba a la deriva. Seguramente se había cansado de las quejas constantes del alma y de los giros incesantes de la mente, tela de araña en espiral tejida por la ansiedad, que lo distraían cada vez que se disponía a hincarle el diente a algo jugoso, a meter los dedos en algo bueno. Se había librado de ellas, las había arrojado a algún santuario húmedo o a algún salón mal ventilado mientras él se ponía a la cola de algún club de topless, arrojando junto con ellas a la cultura: la música, la pintura, la poesía, el teatro. La sublimación y todo eso. Nada más que sublimación, según el cuerpo. ¿Por qué no cortarla de raíz? Pero el cuerpo tenía sus propias formas de cultura. Tenía su propio arte. Las ejecuciones eran sus tragedias, la pornografía era su romanticismo.

Obras similares

Obras que comparten tramas, ideas o sucesos históricos con "Oryx y Crake" de Margaret Atwood.

Libros parecidos

Síguenos