12 frases de El capitán Alatriste de Arturo Pérez-Reverte... Historia ambientada en el siglo XVII y en la Ciudad de Madrid (España). El protagonista, el capitán Diego Alatriste y Tenorio, viene de la guerra de Flandes junto con su paje Íñigo Balboa y se encuentra con un Madrid que no esperaba.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Arturo Pérez-Reverte son: aventura de vivir, corrupción política, madrid, paso del tiempo.
Frases de Arturo Pérez-Reverte
Frases de El capitán Alatriste Arturo Pérez-Reverte
01. - ¿Y vos? -Yo soy cosa mía.
02. No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente.
03. Mantenerse vivo, descubrí durante esos días, da muchas más fatigas que dejarse morir, y requiere los cinco sentidos.
04. Quizás los malvados se cansan tanto como los corazones leales, pensé un instante. A fin de cuentas, nadie elige su destino.
05. En aquel tiempo, cualquier cosa (...) podía ser comprada con dinero; hasta las conciencias. Tampoco es que hayamos cambiado mucho desde entonces.
06. A fin de cuentas, se consoló, por mucho que duela y tardes en morir, al final siempre te mueres, Y quien muere, descansa.
07. Es posible hablar con extrema dureza de lo que se ama, precisamente porque se ama, y con la autoridad moral que nos confiere ese mismo amor.
08. A fin de cuentas, por mucho que nuble, la sombra siempre termina despuntando cosida a los pies de uno. Y nadie puede escapar de su propia sombra.
09. (...) Así podrá instruirse y estudiar leyes para sangrar de su último maravedí a los pleiteantes; como hacen vuestras mercedes los abogados, escribanos y otras gentes de mal vivir.
10. Pero nadie nace enseñado; y a menudo, cuando gozas de las debidas enseñanzas, es demasiado tarde para que estas sirvan a tu salud o a tu provecho.
11. No quedaba más remedio que jugar la partida con las nuevas cartas que el burlón Destino acababa de ponerle en las manos, aunque éstas fueran pésimas.
12. El capitán, seguro de no resistir mucho rato frente a cinco hombres armados y diestros en el oficio, decidió no andarse con lindezas de esgrima, y en vez de curar su salud procuró desbaratar la de sus enemigos.
