Frases del libro "El Aleph" de Jorge Luis Borges

El Aleph

Disfruta de estas 26 frases de "El Aleph"... 17 cuentos donde el autor conjuga magia e inteligencia para abordar el infinito, la irrealidad secreta y oculta de las cosas, el paso del tiempo y la búsqueda de conocimiento.

Índice

Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en las frases y pensamientos de "El Aleph", de Jorge Luis Borges son: realismo mágico, el infinito, paso del tiempo, inmortalidad, conciencia de la muerte, laberinto, obsesión, locura, búsqueda de conocimiento, imaginación.

Frases de "El Aleph"

01. La gloria sea con Aquel que no muere.


02. Que el cielo exista, aunque nuestro lugar sea el infierno.


03. Para estar libre de un error, agreguemos, conviene haberlo profesado.


04. Cambiará el universo pero yo no, pensé con melancólica vanidad.


05. No fue un traidor (los traidores no suelen inspirar epitafios piadosos).


06. Fácilmente aceptamos la realidad, acaso porque intuimos que nada es real.


07. El anverso y el reverso de esta moneda son, para Dios, iguales.


08. ¡Oh dicha de entender, mayor que la de imaginar o la de sentir!


09. Noches hubo en que me creí tan seguro de poder olvidarla que voluntariamente la recordaba.


10. Yo he sido Homero; en breve, seré Nadie, como Ulises; en breve, seré todos: estaré muerto.


11. Yo, quizá, nunca fui plenamente feliz, pero es sabido que la desventura requiere paraísos perdidos.


12. Ni una arena soñada puede matarme, ni hay sueños que estén dentro de sueños.


13. Hay quien busca el amor de una mujer para olvidarse de ella, para no pensar más en ella.


14. Un hombre se confunde, gradualmente, con la forma de su destino; un hombre es, a la larga, sus circunstancias.


15. Dormir es distraerse del universo, y la distracción es difícil para quien sabe que lo persiguen con espadas desnudas.


16. Temí ya nunca volver a sorprenderme ante nada (...) Al cabo de unas noches de insomnio, me trabajó otra vez el olvido.


17. El cobarde se prueba entre las espadas; el misericordioso, el piadoso, busca el examen de las cárceles y del dolor ajeno.


18. A lo largo de los siglos y de las latitudes cambian los nombres, los dialectos, las caras, pero no los eternos antagonistas.


19. Esa obra (el laberinto) era un escándalo, porque la confusión y la maravilla son operaciones propias de Dios y no de los hombres.


20. Ser inmortal es baladí; menos el hombre, todas las criaturas lo son, pues ignoran la muerte; lo divino, lo terrible, lo incomprensible, es saberse inmortal.


21. Comprendí que el trabajo del poeta no estaba en la poesía; estaba en la invención de razones para que la poesía fuese admirable.


22. Todo lenguaje es un alfabeto de símbolos cuyo ejercicio presupone un pasado que los interlocutores comparten; entonces, cómo transmitir a los otros el infinito Aleph?


23. Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el momento en el que el hombre sabe para siempre quién es.


24. Ese olvido, ahora insuperable, fue quizá voluntario; quizá las circunstancias de mi evasión fueron tan ingratas que, en algún día no menos olvidado también, he jurado olvidarlas.


25. Este palacio es fábrica de los dioses, pensé primeramente. Exploré los inhabitados recintos y corregí: Los dioses que lo edificaron han muerto. Noté sus peculiaridades y dije: Los dioses que lo edificaron estaban locos.


26. Un atributo de lo infernal es la irrealidad, un atributo que parece mitigar sus terrores y que los agrava tal vez. ¿Cómo hacer verosímil una acción en la que casi no creyó quien la ejecutaba?

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