Duele ver recibir con tristeza lo que se da con alegría.
La escena es desoladora. Ya no le queda absolutamente nada a lo que anclar su tristeza. "Alex" (2011), Pierre Lemaitre
Frases de "Alex" (2011) + Frases de Pierre Lemaitre
Me levanté por la mañana con dolor de cabeza. Las emociones de la víspera estaban lejanas. En su lugar vino una perplejidad penosa y una tristeza que antes no había conocido. Era como si algo muriese en mí. "Primer amor" (1860), Iván Turguénev
"Primer amor" (1860) Frases de "Primer amor" (1860) + Frases de Iván Turguénev
Las tristezas no se hicieron para las bestias, sino para los hombres; pero si los hombres las sienten demasiado, se vuelven bestias.
+ Frases de Miguel De Cervantes Saavedra
Yo sé incluso se lo que no soy tristeza en una tarde otoñal.
Sueña lejos de la tristeza, sueña lejos del dolor, como si no hubiera ocurrido y aún estuviera intacto tu corazón.
Lo peor no es la muerte. Es la tristeza de los que quedamos vivos.
+ Frases de Santiago Roncagliolo
Allí estaba la tristeza, la insondable, la cataclísmica, la que entra en tu vida devastándolo todo, hasta las mismas ganas de vivir.
Los tristes tienen dos motivos para estarlo. "El mito de Sísifo" (1942), Albert Camus
Frases de "El mito de Sísifo" (1942) + Frases de Albert Camus
(...) Y no es una de esas tristezas bonitas - aunque eso de las "tristezas bonitas" es un mito-. La tristeza torna en barro nuestras facciones, no en porcelana. "Cada día" (2012), David Levithan
Frases de "Cada día" (2012) + Frases de David Levithan
Al cabo de un tiempo, la tristeza se vuelve aburrida tanto para la persona triste como para la gente que hay a su alrededor. "La chica del tren" (2015), Paula Hawkins
"La chica del tren" (2015) Frases de "La chica del tren" (2015) + Frases de Paula Hawkins
Dudo en llamar con el nombre bello y serio de tristeza, a este sentimiento desconocido cuya dulzura y cuyo dolor me tienen obsesionada. Es un sentimiento tan completo y egoísta que me llega a dar vergüenza, mientras que la tristeza me ha parecido siempre honrosa. Conocía el arrepentimiento, el fastidio y hasta el remordimiento. La tristeza, no. Ahora siento algo que me envuelve, como una seda enervante y dulce, y que me separa de los demás.