Mi alma entera es un grito, y toda mi obra es el comentario sobre ese grito.
La noche tiene la forma de un grito de lobo.
La paradoja, el grito imposible que emite lo inefable cuando lo llevas hasta el paroxismo.
Afuera los pibes en la ciudad, creo que no sueñan, no sueñan más. No quiero dólares nena, vuelvo a casa a soñar con vos. Y en casa grito: "me hundo, me hundo, me hundo".
Un corazón correspondido es un grito de caricias, canciones y poemas.
Todo hombre tiene un grito que lanzar antes de morir, su grito. Hay que darse prisa para tener tiempo de lanzarlo. Ese grito puede dispersarse, ineficaz, en el aire; puede no hallarse ni en la tierra ni en el cielo un oído que lo escuche; poco importa. No eres un carnero, eres un hombre; y hombre quiere decir algo que no está cómodamente instalado, sino que grita. ¡Grita tú, pues! ¡Mi alma íntegra es un grito y mi obra íntegra es la interpretación de ese grito!
¿Y mi grito de ayer? Le puse al piano una sordina espiritual, y ahora sólo sabe quejarse con sonrisas que desdeñan la gloria.
Me callo, grito. No hay un momento para gritar o para callar. Tú eres mi único grito. Tú eres mi único silencio.
Soy el hombre más sencillo que existe, pero cuando siento un "grito" en mí, no acepto transformarlo en una "vocecilla" para complacer a los mudos y a los tartamudos. Pues yo no deseo agradar a nadie, ni tener discípulo ni ser discípulo. He venido a este mundo por algunos instantes y quiero lanzar un grito y partir. Nada más.
Te convido a creerme cuando digo futuro, si no crees en mis ojos, cree en la angustia de un grito, cree en la tierra, cree en la lluvia, cree en la savia.
Todos los hombres que no tienen nada importante que decir hablan a gritos.
Frases de Enrique jardiel Poncela
¿Cuál puede ser una vida que comienza entre los gritos de la madre que la da y los lloros del hijo que la recibe?