Bien sé que soy mortal, una criatura de un día. Pero si mi mente observa los serpenteantes caminos de las estrellas, entonces mis pies ya no pisan la Tierra, sino que al lado de Zeus mismo me lleno con ambrosía, el divino manjar.
Nací mortal y he sido inmortal durante un largo y absurdo tiempo, y un día seré mortal otra vez; de modo que sé algo que un unicornio no puede saber. Todo aquello que puede morir es bello...Más bello que un unicornio, que vivirá para siempre, y que es la criatura más bella del mundo. ¿Me comprendes?
¿Por qué amontonar imprecaciones sobre otra criatura porque no es o no desea ser como nosotros? "Diálogos en el limbo" (1926), George Santayana
Frases de "Diálogos en el limbo" (1926) Frases de George Santayana
En mi agonía yo grité contra mi implacable hacedor. Grité que al fin y al cabo la criatura es más noble que el creador, pues la criatura ama y desea el amor, aun el amor de esa estrella llamada el Hacedor de Estrellas; pero el creador, el Hacedor de Estrellas, ni amaba ni necesitaba amar. Pero tan pronto como yo, míseramente ciego, di ese grito, me sentí consumido de vergüenza. Pero se me hizo evidente de pronto que la virtud del creador no es lo mismo que la virtud en la criatura. Pues el creador, si ama a su criatura, no ama en realidad más que una parte de sí mismo; perola criatura, al alabar a su creador, alaba a una infinitud que está más allá de sí misma. Advertí que la virtud de la criatura era amar y adorar, y que la virtud del creador era crear y ser la meta incomprensible, inalcanzable e infinita de las criaturas.
Tú no eres un error. Eres una criatura extraordinaria, Fenris, seas lo que seas.
Frases de Laura Gallego García
La vida es el único fin de toda criatura. Y toda criatura hará lo posible por prolongarla, la suya y la de sus hijos. Una vez comprendas esto, comprenderás el mundo y te será más fácil controlarlo.
Frases de Laura Gallego García
Haré del mundo un antro fantasmal e irrespirable. Volveré histérica a cuanta criatura se agita.
El arte es la prueba viviente y concreta de que el hombre es capaz de restaurar conscientemente, en el plano de la significación, la unión de los sentidos, necesidades, impulsos y acciones características de la criatura viviente.
Las religiones llegadas al poder han ahogado las más de las veces el suspiro de la criatura agobiada en templos de mármol y en vestiduras de púrpura, y las jerarquías eclesiásticas han abusado del sentimiento como apoyo de un mundo insensible.
Cualquiera que ha sido acostumbrado a cuidar de la vida de cualquier criatura viviente tiene una chance insignificante de arribar a la idea de que la vida humana es despreciable.
No hay criatura humana que pueda dar órdenes al amor.
Un maravilloso hecho para reflexionar es el que cada criatura se constituye como un único y profundo secreto y misterio.