Frases de Sor Juana De La Cruz

01. Sin claridad no hay voz de sabiduría.

+ Frases de Claridad


02. Queredlas cual las hacéis o hacedlas cual las buscáis.

+ Frases de Amor


03. Al que trato de amor, hallo diamante y soy diamante al que de amor me trata.

+ Frases de Trato


04. Teniendo por mejor en mis verdades consumir vanidades de la vida que consumir la vida en vanidades.

+ Frases de Consumir


05. Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis.

+ Frases de Ocasión


06. Siempre tan necios andáis que, con desigual nivel, a una culpáis por cruel y a otra por fácil culpáis.

+ Frases de Nivel


07. Para todo se halla prueba y razón en qué fundarlo; y no hay razón para nada, de haber razón para tanto.

+ Frases de Razón


08. ¿En qué te ofendo, cuando sólo intento poner bellezas en mi entendimiento y no mi entendimiento en las bellezas?

+ Frases de Entendimiento


09. Todo el mundo es opiniones de pareceres tan varios, que lo que el uno que es negro el otro prueba que es blanco.

+ Frases de Prueba


10. ¿Qué humor puede ser más raro que el que, falto de consejo, él mismo empaña el espejo, y siente que no esté claro?

+ Frases de Humor


11. Bien con muchas armas fundo que lidia vuestra arrogancia, pues en promesa e instancia juntáis diablo, carne y mundo.

+ Frases de Armas


12. Todos aquellos que se eligen por algún medio para algún fin, se tienen por de menor aprecios que el fin a que se dirigen.

+ Frases de Medio

Autores relacionados

Benito Juárez Félix Lope De Vega Octavio Paz

Sor Juana De La Cruz

Sor Juana De La Cruz
  • 12 de noviembre de 1651
  • San Miguel Nepantla, Tepetlixpa, Estado de México, México
  • 17 de abril de 1695
  • Ciudad de México, México

Religiosa católica, poeta y dramaturga mexicana, apodada "El Fénix de América" o "La décima Musa" por la importancia de su obra.

Sobre Sor Juana De La Cruz

Juana Inés de la Cruz nació en un pueblo del valle de México, de madre criolla Isabel Ramírez y padre militar español, Pedro Manuel de Asbaje.

De pequeña aprendió Náhuatl (lengua uto-azteca hablada en México y América Central) y a leer y escribir castellano promediando los tres años.

Gracias a la frondosa biblioteca del abuelo, Juana Inés de la Cruz leyó a los clásicos griegos y romanos y la teología del momento, aprendió latín en forma autodidacta.

En 1665, admirada por su talento y precocidad, fue dama de honor de Leonor Carreto, esposa del virrey Antonio Sebastián de Toledo.

Apadrinada por los marqueses de Mancera, brilló en la corte virreinal de Nueva España por su erudición y habilidad versificadora.

En 1667, Juana Inés de la Cruz ingresó en un convento de las carmelitas descalzas de México, pero al poco tiempo tuvo que abandonar por problemas de salud.

Dos años más tarde entró en la Orden de San Jerónimo, permaneciendo ahí por el resto de su vida y siendo visitada por las personalidades más ilustres de la época.

Tuvo varios inconvenientes por su actividad como escritora, hecho que estaba mal visto en la época y que Juana Inés de la Cruz siempre defendió, reivindicaba el derecho de las mujeres al aprendizaje.

Poco antes de su muerte, fue obligada por su confesor a deshacerse de su biblioteca y su colección de instrumentos musicales y científicos para no tener problemas con la Santa Inquisición, muy activa en ese tiempo.

Muere por una epidemia de cólera a los cuarenta y tres años, mientras ayudaba a sus compañeras enfermas.

El surgimiento de Sor Juana De La Cruz a fines del siglo XVII fue un milagro cultural y toda su vida fue un constante esfuerzo de porfiada superación personal e intelectual.

Enlaces

Síguenos