01. Una buena idea sin palabras justas es una mala idea.
02. No me mueve la justicia, sino la literatura.
03. Sólo los casos heroicos merecen ser novelados.
04. Si tuviera al criminal, pondría fin a la novela.
05. Esta es nuestra gran ocasión, la gran señal que nos puede alentar a seguir viviendo y sufriéndolo todo. Porque un hombre debe recibir, de vez en cuando, señales procedentes de algún lugar que le indiquen que lo está haciendo bastante bien, con arreglo a lo que de él se esperaba, y que se puedan considerar como una especie de premio a su labor como hombre.
06. Siempre escribo con bolígrafo, a mí ya me pueden venir todos los inventos que mientras tenga un mínimo de vista escribiré con bolígrafo. Luego cuando hay que pasar a limpio los escritos al principio usaba una máquina de escribir y ahora un ordenador que al final es lo mismo porque también tiene teclado, pero las ideas a bolígrafo.
+ Frases de Máquina de escribir
07. El hombre ha ido superando y, por tanto, olvidando; El viejo lenguaje compuesto de sonidos guturales atravesando las ramas de los árboles, de ruidos que hablan al instinto, capaces de hacer conmover como el más profundo y perfeccionado discurso actual.
08. Aunque no ponemos palabras a nuestro pensamiento, algunos, o todos, o yo solo, atribuimos esta resignación a la fatalidad, convertida en segunda naturaleza que arrastramos desde la guerra. ¿Cómo comparar la simple pérdida de una playa con lo mucho ya perdido?
09. (...) De hecho escribir es un acto de espontaneidad: tienes una idea, la desarrollas en una línea o dos y luego estás escribiendo horas. La mitad de las cosas que pones no sabías que las sabías.
10. He dejado de llamarme Sancho Bordaberri, ahora soy Samuel Esparta, al menos, por un tiempo. Un nuevo nombre para un nuevo trabajo. Escribo mis pasos y os escribo a vosotros, la novela soy yo y sois vosotros...
11. La muerte no me da miedo, la muerte me da sólo pena. Porque sé lo que no voy a encontrar en el otro lado: no habrá nada. Hay que vivir lo más posible, con salud.
+ Frases de Razones para vivir
12. Estoy aquí, luego tienes que incluirme en tu historia (...) porque soy una realidad que se mueve ante tus narices. No contabas conmigo, pero surjo. Son los imperativos de la maldita realidad.