Frases de Oscar Wilde - Página 14

01. El propio egoísmo, tan necesario para el sentido auténtico de la dignidad humana, proviene siempre de la vida interior. "Intenciones" (1891)

+ Frases de Egoísmo + Pensamientos de "Intenciones"


02. No hay duda de que existen las modas en el arte, como las hay en el vestir, y nadie puede librarse de la influencia de la costumbre y de la novedad. "Intenciones" (1891)

+ Frases de Novedad + Pensamientos de "Intenciones"


03. El actor es el crítico del drama. Muestra la obra del poeta de una forma nueva y conforme a un método especial. Se adueña de la palabra escrita y su modo de representar; su gesto y su voz se convierten en medios de revelación. "Intenciones" (1891)

+ Frases de Actor + Pensamientos de "Intenciones"


04. ¿Cuáles son las cosas irreales, sino las pasiones que nos abrasaron en otro tiempo como fuego? "Intenciones" (1891)

+ Frases de Frenesí + Pensamientos de "Intenciones"


05. La emoción por la emoción es la verdadera finalidad del arte, y la emoción por la acción es la finalidad de la vida, y de esta organización tan sumamente práctica de la vida que llamamos sociedad. "Intenciones" (1891)

+ Frases de Finalidad del arte + Pensamientos de "Intenciones"


06. La sociedad, que es principio y base de la moral, existe simplemente para concentrar la energía humana. "Intenciones" (1891)

+ Frases de Base + Pensamientos de "Intenciones"


07. Creo que con el desarrollo del espíritu crítico llegaremos a comprender finalmente, no únicamente nuestras vidas, sino la vida de todos, de la raza, haciéndonos así absolutamente modernos en el auténtico significado de la palabra modernismo. "Intenciones" (1891)

+ Frases de Espíritu crítico + Pensamientos de "Intenciones"


08. No me gustan los cumplidos y me parece inconcebible que haya quien crea agradar extraordinariamente a una mujer por decirle un montón de cosas en las que no cree. "El abanico de Lady Windermere" (1892)

+ Frases de Cumplido + Pensamientos de "El abanico de Lady Windermere"


09. Soy la única persona en el mundo que me gustaría conocer a fondo. "El abanico de Lady Windermere" (1892)

+ Frases de Conocer + Pensamientos de "El abanico de Lady Windermere"


10. Las personas que tienen la suficiente edad para estar enteradas de lo mejor, no saben nada de nada. "El abanico de Lady Windermere" (1892)

+ Frases de Personas + Pensamientos de "El abanico de Lady Windermere"


11. Entre un hombre y una mujer no hay amistad posible. Hay pasión, enemistad, adoración, amor; pero no amistad. "El abanico de Lady Windermere" (1892)

+ Frases de Amistad + Pensamientos de "El abanico de Lady Windermere"


12. ¡Oh, el chismorreo es siempre encantador! La Historia es únicamente chismorreo. Pero la murmuración escandalosa es un chismorreo que la moralidad hace aburrido. "El abanico de Lady Windermere" (1892)

+ Frases de Rumor + Pensamientos de "El abanico de Lady Windermere"

Influencias

Autores relacionados

Charles Dickens George Bernard Shaw Mark Twain William Shakespeare

Oscar Wilde

Oscar Wilde

Poeta, dramaturgo, novelista, crítico literario y ensayista irlandés, autor de "El retrato de Dorian Gray" (1891), "El abanico de Lady Windermere" (1892), "La importancia de llamarse Ernesto" (1895) y "De profundis" (1905).

Sobre Oscar Wilde

Oscar Wilde fue el segundo hijo de tres que tuvo una familia protestante irlandesa, de padre médico y filántropo y madre escritora.

Entre 1864 y 1871 estudia en la "Portora Royal School" y luego en el "Trinity College" de Dublín, donde recibe la "Medalla de Oro Berkeley" por un trabajo sobre poetas griegos.

Tras ganar una beca, Oscar Wilde ingresa en el "Magdalen College" de Oxford, gana el Premio Newdigate de poesía (1878) y realiza un extenso viaje por Londres (Inglaterra), París (Francia) y Estados Unidos.

En Londres conoce a Constance Lloyd, con quien contrae matrimonio en 1884 y tiene dos hijos.

Diez años después Oscar Wilde es acusado de sodomía por el marqués de Queensberry, siendo condenado en 1895 a dos años de prisión y trabajos forzados.

Recobrada la libertad, Oscar Wilde cambia su nombre a "Sebastian Melmoth" y emigra a París, donde transcurren sus últimos años de vida entre la fragilidad económica y los problemas de salud.

Algunas de sus obras más destacadas son "El retrato de Dorian Gray" (1891), "El abanico de Lady Windermere" (1892) y "La importancia de llamarse Ernesto" (1895).

Libros destacados

Ver todos sus libros »

Enlaces

Ocupación

Críticos literarios » Críticos literarios siglo XIX » Críticos literarios de Irlanda

Dramaturgos » Dramaturgos siglo XIX » Dramaturgos de Irlanda

Ensayistas » Ensayistas siglo XIX » Ensayistas de Irlanda

Escritores » Escritores siglo XIX » Escritores de Irlanda

Novelistas » Novelistas siglo XIX » Novelistas de Irlanda

Poetas » Poetas siglo XIX » Poetas de Irlanda

Síguenos