Frases de Ludwig Wittgenstein - Página 2

01. Una proposición sólo puede decir cómo es una cosa, pero no qué es ella. "Aforismos: cultura y valor" (1995)

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02. La arquitectura exalta algo. Por eso, allí donde no hay nada que exaltar, no puede haber arquitectura.

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03. Revolucionario será aquel que pueda revolucionarse a sí mismo. "Tractatus logicus-philosophicus" (1921)

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04. Lo que se deja expresar debe ser dicho de forma clara. "Investigaciones filosóficas" (1953)

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05. Nuestras palabras sólo expresan hechos, del mismo modo que una taza de té sólo podrá contener el volumen de agua propio de una taza de té por más que se vierta un litro en ella.

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06. El método correcto de la filosofía sería propiamente éste: no decir nada más que lo que se puede decir, o sea, proposiciones de la ciencia natural, o sea, algo que nada tiene que ver con la filosofía, y entonces, cuantas veces alguien quisiera decir algo metafísico, probarle que en sus proposiciones no había dado significado a ciertos signos. Este método le resultaría insatisfactorio, pero sería el único estrictamente correcto.

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07. Nuestra civilización se caracteriza por la palabra "progreso". El progreso es su forma, no una de sus cualidades, el progresar. Es típicamente constructiva. Su actividad estriba en construir un producto cada vez más complicado. Y aun la claridad está al servicio de este fin; no es un fin en sí. Para mí, por el contrario, la claridad, la transparencia, es un fin en sí.

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08. De lo que no se puede hablar hay que callar. "Tractatus logicus-philosophicus" (1921)

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09. Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo. "Tractatus logicus-philosophicus" (1921)

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10. La muerte no es ningún acontecimiento de la vida. La muerte no se vive. Si por eternidad se entiende no una duración temporal infinita, sino la intemporalidad, entonces vive eternamente quien vive en el presente.

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11. ¡No juegues con las profundidades de otro! "Aforismos: cultura y valor" (1995)

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12. El sentido del mundo debe quedar fuera del mundo. En el mundo todo es como es y sucede como sucede: en él no hay ningún valor, y si lo hubiera no tendría ningún valor. "Tractatus logicus-philosophicus" (1921)

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Martin Heidegger

Ludwig Wittgenstein

Ludwig Wittgenstein
  • 26 de abril de 1889
  • Viena, Austria
  • 29 de abril de 1951
  • Cambridge, Gran Bretaña

Filósofo austríaco, uno de los pensadores más influyentes del siglo XX, reconocido en especial por su contribución al movimiento conocido como filosofía analítica.

Sobre Ludwig Wittgenstein

Ludwig Wittgenstein nació en el seno de una familia de buena posición económica, de padres aficionados a la música, que fomentaron los dotes intelectuales y artísticos de sus hijos.

Tiempo después de su nacimiento, la familia se trasladó a Sajonia (Alemania), donde su padre se convirtió en pionero de la industria del acero y del hierro.

Su hogar era un ambiente rico en estímulos culturales y artísticos, visitado por las personalidades más importantes de la época.

Después de asistir a escuelas en Linz (Austria) y Berlín (Alemania), Ludwig Wittgenstein se trasladó a Gran Bretaña para estudiar ingeniería en la Universidad de Manchester.

El interés por las matemáticas puras le llevó al "Trinity College" (Cambridge), de allí a los problemas de la fundamentación de las matemáticas y, finalmente, a la lógica y a la filosofía.

Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), se enroló como soldado de artillería, en el ejército austríaco, recibiendo varias medallas y llegando a sargento (1916).

En plena guerra, Ludwig Wittgenstein siguió con sus reflexiones filosóficas, apuntándolas en cuadernos, que mantuvo aún después de caer prisionero de los italianos.

Terminada la guerra, en 1921 publicó "Tractatus logico-philosophicus", su única obra publicada en vida, que influyó en gran medida a los positivistas lógicos del Círculo de Viena, movimiento del que nunca se consideró miembro.

Tras repartir una gran herencia entre sus hermanas y algunos artistas e intelectuales, Ludwig Wittgenstein se retiró de la vida pública, llevando una vida austera como maestro de escuela en Austria y después como jardinero en un convento de Viena entre los años 1920 y 1929.

Tiempo después regresó a Cambridge para reanudar su trabajo en filosofía y fue designado catedrático en 1937, cargo que ocuparía hasta 1947.

Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), participó como enfermero voluntario.

En el último periodo de su vida rechazaría algunas conclusiones del "Tractatus logico-philosophicus" y desarrollaría otras reflejadas en sus investigaciones filosóficas publicadas en forma póstuma.

Ludwig Wittgenstein murió de cáncer en Cambridge el año 1951.

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